Fernando Mateos6 min lecturaEl escándalo que envuelve a la Real Federación Española de Fútbol ha enturbiado por completo una semana de parón liguero en la que el foco debía estar a priori en los amistosos de la selección. Registros, detenciones y la ‘fuga’ del ex presidente, Luis Rubiales, que regresará a España el 6 de abril para ponerse a disposición del juzgado y tratar de aclarar las presuntas irregularidades cometidas en diferentes contratos en su etapa al frente del ente federativo.
Esta delicada situación hace que, incluso, peligre para nuestro país a celebración del Mundial de 2030. Pero aunque la FIFA no dé marcha atrás, Marruecos aún puede aprovechar la ocasión para tratar de ‘robarle’ a España una final que parecía cantado que se jugaría en Madrid.
“Tendremos el nuevo estadio de Casablanca a construir, con 115.000 espectadores; y tenemos el nuevo Bernabéu, con sus 85.000. Pero no está aún decidido. Queremos que sea una fiesta, ya sea en uno u en otro. Y el que no, puede tener la inauguración. Queda aún tiempo”, ha asegurado al respecto Fouzi Lekjaa, presidente de la Federación Marroquí de Fútbol, en una entrevista con Marca.
Pero, al margen del Mundial, el gran nombre propio no es otro que el de Brahim Díaz, que ha decidido jugar con la selección norteafricana y rechazar la llamada de Luis de la Fuente. Un ‘fichaje’ por el que Marruecos saca pecho, recordando que no es el único.
“No se trata de convencer, se trata de explicarle a los jugadores el proyecto que tiene Marruecos para ellos. Y luego, la persona decide. Nuestro proyecto es muy seductor: jugar la Copa África 2025 en casa; el Mundial 2026; y el Mundial 2030, también en casa. Les explicamos cómo trabajamos aquí, las condiciones de trabajo que les ofrecemos. No sólo hemos atraído a Brahim, sino a Ilias Akhomach, que ya jugaba para la sub 21 de España y le hemos hecho un upgrade... o a Yusi, que juega en el Madrid... Pero si alguno elige Francia o España, le respetamos y le deseamos buena suerte”, explicó al respecto.
Además, el mandatario marroquí defendió al jugador del Real Madrid de las críticas recibidas en nuestro país. “¡Cómo no va a ser patriota el chico si ama España, juega en el Madrid, vive allí...! Lo que pasa es que también ama Marruecos por su familia”, señaló.
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En el lado contrario de la balanza, Lamine Yamal sí decidió defender a la ‘Roja’, aunque el país en el que nació su padre también peleó para tratar de convencerlo de lo contrario. “Nos reunimos con sus padres. Les trasladamos nuestro proyecto, a él y a la familia, pero Lamine ya estaba convencido de ir con España. Y le deseamos buena suerte y gran trabajo. España y Marruecos están separados por 14 kilómetros y es normal que pasen estas cosas. Brahim no será el último jugador que elija Marruecos o viceversa. Estamos en un mundo sin fronteras”, destacó Lekjaa.
“Respeto a Lamine y respeto a Brahim. Lo más importante es que las Federaciones permitan el desarrollo del jugador. El fútbol está para hacer progresar a la juventud, ya sea en España, Marruecos o Francia. No importa”, insistió, si bien mandó un dardo a la RFEF por la gestión que hizo años atrás con Munir El Haddadi.
“No es normal convocar a un futbolista para jugar 15 minutos un partido y... ya está. Con Munir se paró su progresión: ni con España ni con Marruecos. Quizá, si hubiera continuado con uno u otro, hubiera progresado mucho más. Y se perdió. Luego lo hemos recuperado para nuestro país, pero... el fútbol debe ayudar a la progresión de los jóvenes”, insistió.
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Además, el dirigente marroquí se refirió a otro asunto peliagudo como el fichaje de Jorge Vilda para su selección femenina, después de que llevase a España a ganar el Mundial pero fuese señalado por el ‘caso Rubiales’.
“Estamos desarrollando mucho nuestro femenino, y con Vilda hemos dado un paso más definitivo. El jefe de orquesta debe ser un top mundial y con Vilda, tras ganar el Mundial con España, lo tenemos. El fútbol femenino español era el mejor modelo para nosotros para ir hacia la siguiente etapa de progreso. Por eso, tras quedarse Vilda libre, lo elegimos”, sentenció.
