Agoumé, con un creciente cartel en la Premier, la próxima llave para avanzar

El Sevilla FC ha conseguido rebajar su masa salarial considerablemente (se habla de 80 millones de euros) y arreglar en cierta forma su deficiente posición en lo que al LCPD se refiere, aunque sigue lejos de la regla 1:1 y deberá seguir adelgazando en ese sentido para mitigar la deuda y sanear sus cuentas. En parte por que, mientras dure el desfase, no podrá rearmarse utilizando todo lo que ingrese o ahorre, sino sólo una parte, ya que el resto irá al concepto ya apuntado. La gestión de Antonio Cordón ha conseguido, pese a prescindir de piezas fundamentales como Loïc Badé y Dodi Lukébakio, ofrecer a Matías Almeyda una plantilla con ciertos mimbres. Con todo, las previsiones eran recaudar entre 90 y 100 millones por el central y el extremo, cifras que acariciaron en enero pasado, aunque el rechazo del francés y el belga a mudarse a la Premier League y a Arabia Saudí, respectivamente, frustró los planes económicos de la entidad.

Este verano, el zaguero y el atacante dejaron en caja poco más de 40 millones, pues a los 27+4 (con un 10% de una futura venta) de Badé habría que restar el 10% del pase que pertenecía al jugador (que cedió una parte), la compensación a sus anteriores entidades por derechos de formación y los 1,5 millones para el Rennes, que conservaba una décima parte de la plusvalía generada con su pase al Bayer Leverkusen. Eso se traduce en alrededor de 38 millones seguros para la institución blanquirroja, a la espera de que las variables aumenten el montante. En cuanto a Lukébakio, no llegarán 20 fijos y otros cuatro en bonus, más el 15% de la ganancia que obtenga el Benfica en operaciones de compraventa dentro de unos años, pues el Hertha de Berlín se queda con uno y el futbolista, con dos. Migajas, teniendo en cuenta que el Al-Nassr y el Al-Qadsiah estaban dispuestos en el mercado invernal a pagar su cláusula de rescisión (45 millones) y a pagar al oriundo del Congo unos ocho netos de salario. El central rechazó 30+5 del Bournemouth.

La inesperada venta de Stanis Idumbo al Mónaco por 10 millones de euros mitigó el rachazo de Juanlu Sánchez y José Ángel Carmona a abandonar Nervión, lo que habría dejado unos 40 millones entre ambos. Tampoco fue necesario desprenderse de Rubén Vargas, por el que pujaba con poca fuerza el Villarreal CF. El suizo puede ser una de las llaves en el futuro, aunque en el Sevilla FC, que se han pertrechado bien en el eje de la medular, ven más factible que la próxima gran venta sea Lucien Agoumé. Por esa razón, se ejecutó antes del pasado 30 de junio la cláusula por la cual se adquiría por cuatro millones de euros otro 40% del pase del pivote franco-camerunés, de 23 años y con un cartel creciente en la Premier League. No llegó este verano ninguna propuesta fuera de mercado, aunque 'As' informa de que hasta tres clubes ingleses monitorizan al ex del Inter, que conserva un 10% de sus derechos y al que tasan en 40 millones.