Asuntos pendientes con Nianzou en el Sevilla

Condicionado y con cash por las ventas millonarias de Koundé y Diego Carlos, Monchi realizó una fuerte inversión para reforzar la zaga con las llegadas del experimentado Marcao y del Tanguy Nianzou, procedente del Bayern.

Una apuesta, esta última, por un futbolista joven y emergente que había visto frenada su proyección en el club bávaro, que supuso un desembolso de 16 millones de euros, cuando las arcas del Sevilla todavía soportaban dispendios de dicho índole. Tres años después el balance de su fichaje es nefasto, pues en ningún momento respondió a las expectativas a pesar de contar con numerosas oportunidades, culminado con una lesión que le obligó a perderse gran parte del curso pasado.

De hecho, en noviembre de 2024, en el partido contra el Espanyol, sufrió una lesión miotendinosa en el recto anterior de su muslo derecho que arrastró complicaciones y le obligó a pasar por quirófano, y no ha vuelto a pisar el césped. García Pimienta le dio continuidad al principio y empezaba a mostrar una versión cumplidora, pero este contratiempo le cortó la evolución y ahora su futuro en Nervión es una incógnita.

El verano pasado, por petición del míster y ausencia de ofertas, se optó por su continuidad y está por ver qué ocurrirá en el presente mercado después de que su contribución haya sido muy pobre. En principio, la decisión con Nianzou dependerá del nuevo inquilino en el banquillo, que determinará si entra en sus planes más allá de que, en principio, en Nervión se le considera que se le han dado demasiadas oportunidades y que, por una razón u otra, no ha estado a la altura. También serán fundamentales los plazos de su recuperación y en qué estado físico llega a la pretemporada.

Lo cierto es que ha perdido cartel por la inactividad y tampoco resultaría sencillo colocarle en el mercado, por lo que ahora mismo son muchas las incógnitas sobre lo que ocurrirá con el parisino y también con el centro de la defensa en la que Marcao no cuenta, Badé está en la rampa de salida y Kike Salas se encuentra en una situación delicada por la investigación en el caso de las apuestas.

A sus 22 años, ha bajado de los 13 millones cuando militaba en el PSG a los tres actuales y lo cierto es que se presenta como otro problema por resolver en Nervión. Al menos es un futbolista joven, con mucho tiempo para demostrar y relanzar su carrera, con la esperabza que brindó su buen comienzo en la 24/25. De momento, le quedan dos años de contrato.