Un flagrante lunar, un claro señalado y una inteligente reacción

La jubilación de Jesús Navas las pasadas Navidades, la venta a River Plate de Gonzalo Montiel y el adiós permitido de Darío Benavides, que firmó como agente libre en el RAAL La Louvière belga, propiciaron que el 'overbooking' del Sevilla FC en el lateral derecho el curso pasado diera paso a un pulso entre José Ángel Carmona, indiscutible tanto para García Pimienta como para Joaquín Caparrós, y un Juanlu Sánchez adelantado por el míster catalán, pese a que se proclamó campeón olímpico como zaguero. Santi Denia se sumó este verano para encajar al de Montequinto con Marc Pubill, aunque ahora se presenta un problema para Matías Almeyda y, de paso, para Antonio Cordón. A punto de vender al '16' al Wolverhampton Wanderers, habrá que fichar un sustituto (en el filial están Sergio Veces y Jorge Moreno, aunque están aún muy verdes), por razones numéricas y deportivas.

Y es que el rendimiento del visueño no está gustando a casi nadie esta pretemporada. Debilidad en la marca, exceso de confianza en su capacidad para sacarla jugada, despistes impropios de su trayectoria hasta la fecha... Renovado recientemente hasta 2028, el canterano blanquirrojo se ha visto implicado en varias acciones ya que, aunque ahora importan lo justo, no son especialmente halagüeñas para lo que se avecina de verdad. En Marsella, donde fue el único de los 22 disponibles (viajaron 23 pero se lesionó Chidera Ejuke) que disputó el choque completo para reservar a Juanlu de una posible lesión, se las vio y se las deseó para frenar al extremo Jonathan Rowe, que le sacó una amarilla y al que estuvo cerca de hacer penalti. Señalado de nuevo por muchos en las redes sociales, José Ángel Carmona ha reaccionado en sus perfiles oficiales con inteligencia, aunque la procesión irá seguramente por dentro.

"Llevar el brazalete del club de mi vida, otro sueño cumplido. Vamos por más!", escribía el alcoreño, que lució el distintivo de capitán en los compases finales del amistoso, cuando recibió una dura entrada que desató, por cierto, los ánimos, que ya estaban caldeados. Permanecer hasta el final propició que heredara la privilegiada cinta de Örjan Nyland, el último de los titulares en marcharse para dejar su sitio a Alberto Flores. El noruego, que también presumía en su Instagram ("fue un gran honor y un hermoso momento llevar ayer el brazalete, aunque sólo fuera en un amistoso. Es un momento que recordaré y atesoraré para siempre. Sigamos así mi Sevilla FC"), fue el elegido tras el paso por los vestuarios, cuando se quedaría en la caseta Nemanja Gudelj, pues iniciará su tercera campaña consecutiva como nervionense, mientras que Carmona, pese a llevar desde los 7 años en la cantera sevillista, volvió el verano pasado de una cesión al Getafe CF y el curso anterior lo acabó en el Elche CF.