García Pimienta y la clave de su despido en Nervión: "Los objetivos cambiaron"
El catalán, en paro, no deja de formarse y seguir LaLiga por si surge una oportunidad, quedándose con lo bueno de su etapa blanquirroja: "Estuvimos cerca de los puestos europeos y se consiguió jugar bien al fútbol"

"Tras un inicio complicado, a partir de la quinta jornada el equipo cogió una línea ascendente, dejando los puestos de descenso a Segunda división prácticamente olvidados. Estuvimos muy cerca de los europeos. De hecho, faltando once jornadas, si no recuerdo mal, ganamos en el campo de la Real Sociedad y nos quedamos a un punto o prácticamente igual de los puestos europeos. Luego, los objetivos cambian; yo soy un entrenador ambicioso y sé de la dificultad que es entrenar en Primera. Quizás esa expectativa por parte del club y de la afición cambió, porque el equipo daba muestras de que se podía conseguir. Pero luego llegaron cuatro derrotas seguidas contra rivales importantes como Athletic Club, Real Betis, Atlético de Madrid y Valencia CF, y en el fútbol los resultados mandan. Cuatro derrotas consecutivas en un club así hicieron que yo tuviese que salir de allí", explica García Pimienta en una entrevista con 'Mundo Deportivo', donde dio más claves de su despido en el Sevilla FC.

"¿Víctima de esas expectativas tras los buenos resultados? Eso no lo sé, pero está claro que objetivos iniciales, como la salvación y estar tranquilos en la tabla, que eso estaba conseguido, cambiaron. Y el entrenador está en el punto de mira; eso es así. Las cuatro derrotas consecutivas hicieron que la directiva pensase que lo mejor era que viniera otro entrenador. Estoy muy orgulloso de haber podido entrenar a ese gran club, conocer esa ciudad y cómo vive el fútbol de esa manera. Me sentí y me siento muy querido por la afición, y estoy muy contento, porque el trato siempre fue maravilloso cada vez que salía a fuera, a comer o cenar con mi staff y con mi familia. La relación con los jugadores también fue muy buena, porque prácticamente conseguimos jugar a la manera que pretendíamos. Quizás era un proceso un poquito más largo, de una temporada más, pero se consiguió jugar bien al fútbol y estar cerca de conseguir los objetivos", añadía el catalán, que analizaba también su paso por Barça B y UD Las Palmas.
Ahora, en paro tras su abrupta salida y la denuncia a los nervionenses por el impago del resto de su contrato, ampliado a las primeras de cambio hasta 2027, aprovecha para estudiar cómo trabajar otros técnicos, para formarse y reciclarse, siguiendo mucho Ligas como la española con el objetivo de estar preparado para cuando le toque: "Si a mi me dices cómo trabajaba hace diez años y cómo lo hice en esta última etapa en el Sevilla FC, el fútbol ha cambiado muchísimo. Si no evolucionas, te pasa por encima. Por eso es tan importante seguir progresando cada día en todo. Entrenar a un club como el Sevilla FC ha sido una experiencia enorme. Me sentí muy valorado y querido por la afición, que jamás tuvo nada en contra mía. Excepto en los primeros cuatro partidos, donde sólo conseguimos dos puntos, creo que la progresión del equipo fue muy buena. Conseguimos, quizás de forma un poco sorprendente para algunos, incluso estar más cerca de Europa que del descenso, a diferencia de las dos temporadas anteriores".

Se considera García Pimienta "un privilegiado" de haber dirigido a "un gran club como el Sevilla FC" y de una experiencia que seguro que le ha hecho "mejor entrenador", quedándose con lo bueno, por mucho que su percepción no coincida con la de muchos aquí: "Logramos hacer un buen fútbol, llegar a mucha gente, incluso a los jugadores, que venían con otra idea de campañas anteriores, se acercaron mucho a lo que pedíamos nosotros. Entrenar a un grandísimo club como ha sido un orgullo". Para el futuro, no cree que deba subir necesariamente el listón: "El Sevilla FC ya es un grandísimo club. Lo más importante, insisto, es que pueda aportar valor a los jugadores para hacerlos mejores y les acerque a conseguir los objetivos".