Una de las más famosas 'Leyes de Murphy' es aquella que dice que "Si algo puede salir mal, saldrá mal". A día de hoy, este dogma representa al Sevilla FC más incluso que otros lemas históricos como el 'Nunca se rinde' o 'Casta y Coraje'. Y es que incluso cabría añadir que, en Nervión, todo lo que puede salir mal, saldrá aún peor. El enésimo problema responde al nombre de Xavier y a los apellidos García Pimienta. El técnico catalán firmó el pasado verano un contrato de una única temporada (hasta 2025); pero la directiva que dirigen José María del Nido Carrasco y José Castro creyeron que era buena idea renovarle por dos años más (hasta 2027, aunque el segundo era opcional) en la jornada 4 y después de arrancar el curso con un parcial de dos puntos de 12.
Ese bumerán envenenado acabaría volviendo directo contra sus cabezas cuando, a mediados del pasado mes de abril se vieron forzados a destituirle tras una racha de malos resultados que les había metido de lleno en la pelea por eludir el descenso a Segunda división. Y se ha complicado aún más, al conocerse este martes que García Pimienta ha presentado una denuncia contra el Sevilla FC. A priori, lo que se filtró en su momento era que había buena relación entre las partes -el técnico saliente se despidió con una elegante carta- y que la abrupta ruptura de relaciones se había llevado con sintonía. Incluso se deslizó un principio de acuerdo por el que el club nervionense asumía el pago de lo que le restaba por cobrar de esta 24/25 y también de la ficha íntegra de la 25/26, pero se ahorraba el salario de la 26/27.
Sin embargo, por el proceder de García Pimienta en estas cinco semanas que han pasado desde su despido, cabe entender que no ha habido el más mínimo acuerdo. Según adelanta una información del diario AS, el ex de la UD Las Palmas y el Barcelona B acudió primero al CMAC (Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación). A partir de ahí, ante la falta de consenso con un Sevilla FC que interpreta de manera distinta ese nuevo contrato que firmó nada más arrancar esta 24/25, ha decidido continuar su lucha en los juzgados y ha presentado una denuncia contra los que hasta hace poco eran sus jefes e incluso amigos -el presidente y él presumían de mantener un contacto diario con llamadas de Júnior "todas las tardes"-. Otras fuentes, no obstante, matizan que más que una denuncia es un ultimátum para forzar al club a llegar a un acuerdo para evitar verse en los tribunales.
Más allá de la necesidad de alcanzar un término medio que satisfaga a todas las partes, en su demanda, García Pimienta comienza reclamando que ni siquiera le han abonado aún la mensualidad del pasado mes de abril. Cabe recordar que fue despedido el pasado 13 de abril, Domingo de Resurreción, después de encadenar su cuarta derrota seguida dos días antes, el Viernes de Dolores en Mestalla y ante el Valencia CF (1-0).
Incluso después de ese partido en tierras levantinas, el catalán seguía manteniendo su "total convencimiento" de que el equipo iba a "acabar muy bien la temporada". Desde luego, nada más lejos de la realidad. El sufrimiento para amarrar la permanencia ha sido enorme y el parcial de los seis partidos con Joaquín Caparrós como técnico interino ofrecen un balance de sólo 5 puntos de 18 posibles, con tres derrotas, dos empates y sólo una victoria. Es el enésimo lío en Nervión. Y ojo, porque el siguiente ya está en la bandeja de salida: una (muy probable) destitución de Víctor Orta.