"Iba a ir al Sevilla", pero Capello no lo dejó

Han pasado ya 19 años de su fichaje frustrado por el Sevilla FC, pero ha sido ahora cuando Álvaro Benito ha desvelado que estuvo a punto de recalar en el conjunto nervionense en calidad de cedido por el Real Madrid. Fue en el verano de 1996, después de brillar en la cantera blanca y haberse estrenado la campaña anterior en el primer equipo, llegando a anotar dos goles en 14 encuentros de LaLiga. Tras esa irrupción en la elite, el que fuese extremo zurdo recuerda que Fabio Capello primero le abrió la puerta de salida y luego se la cerró de golpe, cuando ya tenía decidido poner rumbo a la capital hispalense.

"Era exigente pero me gustaba que no se casaba con nadie. Era justo. Yo me lesioné en el último partido de la temporada anterior con el Castilla. Sufro una fisura en el calcáreo y estuve todas las vacaciones recuperándome. Llegué con el alta médica, pero empezando el proceso de entrenar. Vamos a Suiza, donde hacíamos la pretemporada, y poco a poco voy cogiendo el ritmo, pero no estaba bien. A la vuelta, Fabio me dice que no cuentan conmigo, que quiere una plantilla corta y que me vaya cedido. Me cae como un mazazo pero a la vez me quitaba la incertidumbre, que es lo peor. Saber si iban a contar conmigo, si iba a jugar... Te tiene un poco en vilo", ha explicado el hoy comentarista deportivo de Movistar Plus en el canal de YouTube The Wild Project.

Fue entonces cuando el también vocalista del grupo Pignoise, que se tuvo que retirar de forma prematura debido a una grave lesión sufrida esa misma campaña con la sub 21, comenzó a negociar con dos clubes, decantándose por la propuesta sevillista. Pero el técnico italiano, también alejado ya de los banquillos, cambió repentinamente de decisión.

Negoció con Racing y Sevilla FC

"Ya sé que no cuento y le dije a mi agente que me buscara equipo y empecé a hablar con ellos. Yo ya me había puesto en forma, habían pasado dos semanas. Me había quedado fino por la dieta y empecé a entrenar de puta madre, ya con el peso quitado de la incertidumbre. Entrené despreocupado sabiendo que no iba a jugar. A los ocho o nueve días, Fabio me dice después de un entrenamiento que a dónde me iba a ir. Le dije que estaba hablando con el Racing y el Sevilla y que pensaba que me iba a ir al Sevilla. Me dice 'Te quedas'. Le dije que quería jugar pero insistió. Y yo, de puta madre, no me tengo que mover", explicó, si bien tampoco olvida que en las seis primeras jornadas se quedó "sin convocar". Meses después llegaría la fatídica tríada en la rodilla izquierda de la que nunca logró recuperarse del todo, pasando por el Tenerife y el Getafe sin apenas poder jugar.