En la era de las redes sociales, una fotografía y dos emoticonos son un armamento más que sobrado para montar el lío. Y si, además, el emisor del mensaje se llama Rafa Mir, pues más todavía. Curiosamente, el delantero murciano terminará la temporada 24/25 viajando a la capital de Andalucía para visitar al Real Betis en su último partido como futbolista del Valencia CF. Al menos de momento, pues no es ningún secreto que a él le gustaría seguir. En 'stand by' sigue aparcada esa opción del Xolos de Tijuana mexicano, que llegó a darse por casi cerrada hace unos meses. Lo único claro a día de hoy es que, cuando termine su cesión en el conjunto che, el ariete de 27 años deberá regresar al Sevilla FC, club con el que aún tiene contrato en vigor para dos años más (30 de junio de 2027) en una vuelta que no desea ninguna de las partes.
En Mestalla ni se plantean ejercer la opción de compra cifrada en algo más de 5 millones de euros, que es más o menos la amortización que tienen pendiente los nervionenses tras su fichaje en el verano de 2021 por 16 millones. En la capital levantina, desde diversos sectores deslizan que, viendo que Carlos Corberán sí le está utilizando, el Valencia CF se plantearía darle otra oportunidad; pero antes que a por el cartagenero iría a por el otro cedido Umar Sadiq (Real Sociedad) y sólo se plantearía quedarse con los dos si el Sevilla FC accede a darle la carta de libertad. Esta situación es muy poco probable, al menos de partida, ya que la grave crisis económica que sufren en el Sánchez-Pizjuán exige no perdonar ni un céntimo. Además, la mejor opción sigue siendo la de ese traspaso al Xolos que se cifraba en unos 10 millones, entre montante de la operación y sueldo, según detallaron a ESTADIO Deportivo fuentes de la negociación.
En este contexto de agitada coctelera, con esos problemas judiciales como añadido tras la denuncia por presunto abuso sexual por la que aún debe ser juzgado, Rafa Mir ha generado un intenso debate en las últimas horas. Sólo ha puesto una fotografía suya con la equipación del Valencia, un icono de un papel y un lapiz (interpretable como un contrato) y un murciélago, indudable símbolo representativo del club blanquinegro. ¿Qué ha querido decir con eso? Sólo el jugador lo sabe; pero tiene a aficionados del Valencia CF y del Sevilla FC especulando con si es una despedida de Mestalla, un adiós definitivo al Sánchez-Pizjuán, una pista sobre su posible fichaje por los levantinos...
Tras seis meses de absoluto ostracismo entre su detención (llegó esposado y pasó una noche en calabozos), varias lesiones musculares y decisiones técnicas de Rubén Baraja, la llegada de Corberán ha hecho ver la luz al dorsal '11' del Valencia. Con el nuevo técnico ha participado en 14 de 17 encuentros posibles (sólo en 7 de 24 con el Pipo) y en una entrevista reciente aseguraba que no perdía ni un segundo en pensar en el Sevilla FC porque quería disfrutar hasta el último segundo de esta etapa en el club en el que se formó como canterano. Le habría gustado dar mucho más.
"Tengo dos temporadas más, pero sólo pienso en el día a día, no en mi futuro", decía de manera escueta hace unos días en una entrevista concedida a Relevo. "Como comentaba, tengo dos temporadas más en Sevilla, pero aún quedan partidos por delante con el Valencia. Quiero aprovecharlos y disfrutarlos al máximo. No pienso en mi futuro, pienso en el Valencia CF", añadía. "En mi cabeza sólo tengo el hacerlo bien y ayudar al Valencia CF, mi equipo, mi club. Lo que venga después ya se verá. En Valencia me siento como en casa. Son siete temporadas aquí y me siento muy bien en la ciudad y en el club. Quería volver al Valencia y lo conseguimos después de mucha insistencia y muchos esfuerzos. La espinita que tengo es que no he podido cumplir mis objetivos de ayudar mucho más al equipo", concluía.