Con el paso de los años ha tomado peso la figura del preparador físico personal en el deportista de élite. En el apartado futbolístico, el enfoque individual se antoja crucial en un modelo de juego donde impera la predominancia física del futbolista y donde se presuponen los aspectos tácticos del jugador. Así, en plantillas que superan los 25 componentes por lo general, la eclosión del reacondicionador personal es un recurso cada vez más habitual. De los entresijos de la preparación física en el balompié, la necesidad de alcanzar consensos con clubes o incluso la diferencia de entrenamientos entre -no solo países- sino también continentes sabe bien Francisco Silva. Poseedor de una clínica de readaptación individual en Dos Hermanas llamada TrainPro Center, su camino comenzó en torno a colectivos, aunque poco a poco se fue enfocando en el plano individual. En Sevilla trató a Nico Pareja, Lamela o Diego Carlos, entre otros jugadores. “Yo trabajaba en el mismo club que Marcos Acuña, que es Ferrocarril Oeste. Fue él quien me trajo para Lisboa”, comenta en una entrevista con ESTADIO Deportivo, donde centra el foco en la relevancia del aspecto físico, plasmado en dos nombres propios de viejos conocidos del Sevilla FC: Valentín Barco y Marcos Acuña.
Una de las claves centrales es la diferencia en el método de entrenamiento existente entre Argentina y España. “En el caso de muchos jugadores, sobre todo los argentinos, yo he entrenado a muchos argentinos, es que ellos están acostumbrados a tener un doble turno. Acá en España y en Europa no se suele utilizar eso. Entonces como que le faltaba ese ratillo por la tarde para hacer algo más individualizado. Ahora hay muchos centros de entrenamiento y hay muchos jugadores que están utilizando esto desde los últimos años”.
Así, en plantillas densas de futbolistas con necesidades específicas, el trabajo individual es imprescindible: “Es muy complicado individualizar las cargas para cada jugador y para cada puesto. Muchas veces se hace una carga única o dos cargas y hay jugadores que necesitan un poquito más, y hay jugadores que necesitan un poquito menos. Jugadores que vienen de lesión, jugadores que vienen de otro club, jugadores que vienen jugando más o jugando menos necesitan algo más individualizado”.
A nivel de nombres propios, conoce desde hace mucho a Marcos Acuña. Con él ha coincidido en gran parte de su carrera. “Yo entrenaba a Marcos Acuña cuando Marcos estaba en el Sporting Lisboa. Él estaba en el Sporting y veía que tenía un déficit de entrenamiento que quería compensar con el entrenamiento fuera del club. Y me ofreció venirme para acá. Yo trabajaba en el mismo club que Marcos de donde debutó, que es Ferrocarril Oeste. Yo trabajaba en las Juveniles. Entonces él sabía que yo estaba muy orientado al entrenamiento de la fuerza, al acondicionamiento físico fuera del club. Y él pensó que era una solución a su problema en ese momento. Me trajo para Lisboa, estuvimos un año ahí. Y luego, el Sevilla compró a Marcos y lo acompañé para acá. Ahora Marcos se fue, pero yo ya me quedo acá, estoy establecido”.
En el caso del ‘Huevo’, el apartado físico eclipsó el final de su etapa en el Sevilla FC. “Sí, los jugadores al fin y al cabo si el equipo juega 45 partidos quieren jugar 45. Muchas veces hay jugadores que caen en una mala racha o tiene una lesión y por querer apurarlo para que vuelva a jugar rápido, y termina volviendo a recaer y recae y recae. Eso es lo que le pasó a Marco en el último año, que tuvo cinco lesiones en un lapso de siete o ocho meses de los isquios. Una lesión mal curada porque se apuraron o no lo apuraron para volver a jugar rápido, cayó en otra y después cayó en otra. Entonces son malas rachas que hay que tratar de darles el tiempo necesario para que el jugador se recupere tanto física como mentalmente”.
Un aspecto en el que Fran hizo hincapié es en la cooperación entre clubes y selecciones: “En el mismo caso de Marco hay muchos jugadores que juegan en selección y hacen viaje trasatlántico de 12 horas cada un mes. Es mucho desgaste eso porque al fin y al cabo se cambia el sueño, descansa poco, juegan allá, vuelven, vuelven a viajar. Es mucha carga emocional y física. Al final si por algo destacaba a Marco era por su físico. Sí, hay muchos jugadores encima que si uno piensa en un jugador técnicamente es buenísimo pero físico como que resalta porque era un tren y cuando le tocas esa parte es como que justo la parte más fuerte de la que está fallando. Pero bueno, son jugadores que están en la élite, son jugadores que están hace muchos años en la élite y tienen la mentalidad como para sobreponerse a esas lesiones”.
A pesar de arrancar como un tiro, la pérdida de protagonismo de Valentín Barco en la plantilla sevillista fue aumentando con el paso de las jornadas. Para tratar de evolucionar físicamente contactó con Fran Silva. “Valentín tiene 20 años, venía también con esa idiosincrasia o esa necesidad o tradición, no sé cómo decírtelo, costumbre de entrenar doble turno. Él era un chico de la pensión de Boca que tenía siempre el club a disposición, entonces entrenaba por la mañana con su división y a la tarde se iba a ir al gimnasio con su compañero, probador y físicos. Entonces él cuando llegó acá, después de seis meses que jugó poco en el Brighton, hay que pensar que Valen parece que tiene muchos años en el fútbol, pero Valen jugó menos de 60 partidos y parece que está en la lid del fútbol hace muchos años. Entonces es un jugador que está en desarrollo. Cuando vino acá vino de Brighton, creo que jugó cinco partidos en seis meses, entonces venía con un ritmo o un acondicionamiento más bajo por la falta de minutos y él quería compensar eso haciendo un doble entrenamiento. Acá desgraciadamente le pasó lo mismo, pero bueno, hicimos un muy buen trabajo. Él mejoró mucho los niveles de fuerza, mucho los niveles de potencia, la verdad que aprendió mucho”.
Particular fue su estancia en el Sevilla, condicionada en parte por una lesión que arrastraba el ‘Colo’. “En el caso de Barco tuvo un esguince mal curado y tenía problemas en la movilidad del tobillo, entonces muchas veces hay que ver después de esa batería de test y buscar ahí dónde son los puntos rojos que hay que enfocarse”.
Para saber hasta qué punto influyó en su salida del Sevilla dicha lesión, pocas personas hay mejores que Fran Silva. Aunque el argentino lo achaca a las diferencias con el entrenador. “Yo creo que Valen tenía un perfil de juego que no se adaptaba a lo que buscaba el Sevilla. Y nada, creo que el técnico optaba por otros jugadores, un perfil que él creía más acorde a su sistema de juego.Y bueno, me parece que la salida de Valen era necesaria para que las dos partes pudieran seguir con su camino. Uno, no estar en el club sin sumar minutos. Y el otro, para poder que jueguen jugadores que el técnico o que el club crea en su proyecto”.