Óliver Torres pone el foco en el "calentón" del vestuario del Sevilla: "Hablamos mucho y hacemos poco..."

"Tenemos que trabajar más, enfocarnos más y enfadarnos más", aseguraba el extremeño, el mejor del Sevilla FC en la derrota ante la Real Sociedad y el más frío en zona mixta, para evitar dejarse llevar por la frustración y hacer autocrítica antes que quejarse del árbitro por las expulsiones de Sergio Ramos y Jesús Navas

Óliver Torres pone el foco en el "calentón" del vestuario del Sevilla: "Hablamos mucho y hacemos poco..."
Óliver Torres fue el más enfocado del Sevilla FC en la derrota ante la Real Sociedad y el más mesurado en el análisis. - LaLiga
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura
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Óliver Torres fue el futbolista más lúcido y cuerdo en la derrota del Sevilla FC ante la Real Sociedad en la sobremesa de este domingo. Lo fue sobre el terreno de juego, pues nada más salir cambió por completo la lánguida imagen de su equipo, al que dio vida como si de la cuerda de un reloj se tratase. Además, mantuvo la mesura en zona mixta, a pesar de que no era sencillo. Lo fácil era dejarse llevar por la frustración e incluso cargar contra el árbitro por las expulsiones de Sergio Ramos y Jesús Navas, como hicieron Diego Alonso o Lucas Ocampos; pero tanto el camero como el palaciego han admitido sus errores y, además, para cuando vieron las rojas, el equipo ya había tocado fondo. El problema no es ése y ahí el extremeño ha sido el más sincero. "Ha sido un calentón" que refleja el altísimo nivel de desesperación de un vestuario que trabaja a tope sin el premio de los resultados, que tiene los depósitos de presión a punto de explotar y que lleva ya mucho tiempo en los que "se habla mucho y se hace poco".

El de Navalmoral de la Mata es iluminó el sombrío camino del Sevilla FC en San Sebastián tras salir en el 46' por Soumaré. Desde que tocó el primer balón, comenzó a dibujar líneas de pase, hizo que el equipo nervionense fuese capaz de tocar el balón muchos metros más adelante y que por fin saliese de la cueva en la que llevaba metido desde que en el 2' encajó el 1-0. Se asoció, atrajo rivales generando por fin profundidad por fuera y lo intentó con un disparo alto desde la frontal. No le se puede pedir más. Tampoco se puede reprochar su sincera autocrítica al término del partido.

"Cuando empiezas así (de mal) un partido tan difícil ante un gran rival... Los detalles son importantes. Cuando han jugado con el viento a favor se ha vuelto más complicado. En la segunda parte hemos intentado darle la vuelta, pero no podemos decir mucho más. Estamos hablando mucho y no estamos teniendo los resultados que queremos", manifestaba ante las cámaras de DAZN un Óliver Torres que intentaba empatizar con el hastío del sevillismo y que es consciente de que, aunque a la plantilla también le duela esta crisis, las palabras no valen de nada y menos aún si se pronuncian en caliente.

Lo que sí tiene claro es que no hay excusa en la que poder parapetarse: "Las dinámicas no nos están favoreciendo y los detalles no están cayendo de nuestro lado. Tenemos que trabajar más, enfocarnos más, enfadarnos más... Poco podemos decir. Trabajamos cada día para ganar, que es lo que merece siempre el Sevilla. El miércoles tenemos un partido a vida o muerte. Que la afición muestre su exigencia y también nos apoye".Por último, sobre las expulsiones en el minuto 88', renunciaba a seguir la senda abierta por su entrenador y por su compañero Lucas Ocampos echándole la culpa al árbitro Ortiz Arias por no tener suficiente mano izquierda. "Aunque la de Sergio no está muy clara, la de Jesús Navas es fruto del calentón", reconoce Óliver Torres. "El trabajo de los árbitros es complicado, tendremos que evitar que esto vuelva a suceder", remataba, conciliador, el mediapunta del Sevilla FC.

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