Óscar Murillo7 min lectura
Sevilla
Finalizado1 - 1Osasuna
"Nos ponemos 1-0 contra un rival que nos lo pone muy difícil. Hemos hecho 45 minutos aupados por una afición que nos ha ayudado a cometer menos errores, a estar atentos y tener ese gol de ventaja. En el segundo tiempo volvemos a una acción a balón parado que es imperdonable. Hay miles de horas de entrenadores a balón parado como para que perdamos la marca. Eso es de no saber dónde estamos. No sabría describirlo, pero duele en el alma. Es la situación más diáfana que tienen dentro del partido. Es no ser conscientes de lo que significa ir ganando 1-0. A partir de ahí, salieron todas nuestras inquietudes e inseguridades. Y quiero defender a un profesional como David Cubillo que lo trabaja mejor que nadie", explicaba ante los medios este domingo Quique Sánchez Flores, entrenador del Sevilla FC, tras el empate contra el CA Osasuna.
Como las cosas van mal, al madrileño le preguntaron sobre detalles normalmente absurdos, como que apenas saliera del banquillo para, quizás, evitar ser el blanco de las iras de la grada. "Cuando estamos dentro, estamos pensando en posibles cambios de sistemas, jugadores... Han pasado muchísimas cosas en el segundo tiempo; podemos permitirnos estar dentro con los compañeros. A veces, estar fuera no es lo más recomendable. Energía hay mucha", apuntaba el míster blanquirrojo, que volvió a lo visto sobre el césped: "Los jugadores tienen sus miedos, sus inseguridades, sus necesidades. Salen de repente con 1-0. Hemos dado un pasito hacia atrás, que no nos gustaba. Hemos intentado hablar con ellos al descanso para salir con el balón hacia adelante. En cualquier caso, el partido nos va a hacer reflexionar mucho".
De aquí en adelante, con el descenso a la misma distancia, "no hay otra cosa que no sea el Sevilla; lo que importa es el club. Hay una Liga de 16 partidos ahora y van a ser todos así, una lucha permanente". Y añadía: "No se ha decidido en este partido qué tipo de temporada le quedaba al Sevilla; creo que fue contra el Alavés. Son 16 partidos y tenemos jugadores de calidad. Si somos capaces de cambiar las mentes, podemos sacar adelante esa Liga de 16. Cuando no estás bien, hay que hacer partidos de máxima concentración. Es duro y difícil, pero el nivel de exigencia que hay nos lleva a ir avanzando en el partido sin cometer errores. A este nivel, cuando cometes un error, el rival te lo cobra. Hay que sostenerse en la debilidad. Es un momento incómodo, pero vamos a seguir trabajando para minimizarlo". También habló de otras cuestiones de actualidad.
"Mi trabajo como entrenador no es valorar a la dirección deportiva, ni a los dirigentes ni a la afición. Entiendo que todos los que estamos en el club hacen el máximo esfuerzo para dar lo mejor. Dejaremos la ficha de Rakitic y nos iremos de cabeza a por un delantero. Son necesidades que notamos en cada momento, desde que hemos llegado".
"Confío en quitarles todo el estrés emocional que les impide ser los jugadores que son. Esta plantilla es suficiente para pelear por los objetivos por los que debería pelear el Sevilla. Confirmo que los jugadores se entienden fuera de su identidad. Normalmente, las salidas a los campos son buenas; si pasa algo que va en otra dirección, nos pasa algo. Tanto el del Alavés como éste, los partidos podrían haber sido completamente diferentes".
"Sow tenía un golpe en la cabeza y Ocampos ha tenido algún episodio de no sé qué exactamente".
"Lo siento de verdad. La afición del Sevilla tiene más información que yo, es cierto. Como entrenador, debo mirar al banquillo y saber que, si quiero sacar a un delantero, tengo un delantero. Busco jugadores con presencia arriba, que puedan estar con Isaac. Hoy en día estamos jugando con un delantero que no es delantero, que es Ocampos. Hice el cambio con la necesidad de ganar ese partido. Ellos (los aficionados) son los primeros que, cuando les damos, nos apoyan; y también detectan nuestras inseguridades. No podemos llevar los partidos a ese desasosiego e incertidumbre, porque no estamos anímicamente para esta situación. Aun así, creo que hemos mejorado a balón parado".
"Estoy muy enfadado y no se me va a pasar tan rápido. Sé que el partido nos lo hemos complicado nosotros. Transmito a los jugadores, cuando acaban los partidos, todo lo que siento. Lo único que espero es que los jugadores tomen nota y hagan de eso un recurso, que están con alguien que ya pasó por eso como futbolista y entrenador, y les avisa y advierte. No lo digo en un tono demasiado agradable, lo reconozco, pero creo que hay que elevar el tono".
"Prefiero no hablar porque no quiero que me aten a excusas. Simplemente, a Guadalupe, la jueza de línea del Metropolitano, le dije en el descanso que el fútbol será mejor cuando ellos tomen la decisión en el campo y no con tanto VAR. Estamos suficientemente castigados, no nos tratan con el mismo criterio que en otros estadios. No la voy a analizar porque no la he visto repetida, aunque me dicen que no es roja".