Cervera no aguanta más y explota

El CD Tenerife no se rinde en su lucha por mantener la categoría en LaLiga Hypermotion. A pesar del empate sin goles frente al Burgos CF, su técnico, Álvaro Cervera, mostró una mezcla de frustración y determinación al valorar el partido, especialmente por las polémicas decisiones arbitrales que volvieron a perjudicar al conjunto blanquiazul.

Otra vez el VAR como protagonista y Cervera 'explota'

Cervera no ocultó su malestar por la intervención del VAR, que anuló dos goles a su equipo. Aunque reconoció que el primero sí fue correctamente invalidado por fuera de juego, mostró su desacuerdo absoluto con el segundo. Según el técnico, Ángel no intervino en la jugada y la posición del delantero no condicionó la acción del portero rival.

“Estoy agotado de que cada vez que el árbitro revisa una jugada en el monitor, termine siendo en contra nuestra. Desde que llegué, han sido siete revisiones y ninguna favorable. Si no lo ves claro, decide por lo que viste en directo”, expresó con resignación.

Para Cervera, la actitud del portero rival, Cantero, es prueba de que no hubo interferencia: “Se queda quieto y se queja del sol, no de Ángel. Si hubiese estado condicionado, su reacción habría sido distinta. El VAR fue quien avisó y el colegiado necesitó ver la jugada muchas veces. Eso, para mí, ya es indicativo de duda”.

Superioridad sin recompensa

Aunque el Tenerife no firmó su mejor actuación, el técnico valoró el trabajo colectivo y los méritos generados para ganar el duelo. “Nos faltó acierto, pero dominamos en datos: más remates, más córners, mayor posesión... Es uno de esos partidos que mereces llevarte, pero que se escapa por detalles”.

El entrenador tinerfeño también elogió el orden defensivo del Burgos CF, un conjunto al que calificó como “muy difícil de superar” por su estructura sólida y compromiso táctico. “Tienen claro a lo que juegan y no es fácil hacerles daño. Aun así, estuvimos por encima durante muchos tramos del encuentro”.

Mirando a Riazor con bajas sensibles

Cervera lamentó las tarjetas amarillas que obligarán a Sergio González y Aitor Sanz a perderse el próximo partido en Riazor, frente al Deportivo de La Coruña. “Son ausencias importantes, pero era algo que podía pasar. Toca preparar bien la semana y confiar en el resto del grupo. Tenemos futbolistas que pueden dar la talla”.

Pese al tropiezo en casa, el entrenador mantiene la esperanza viva y no renuncia al objetivo: “Sabíamos que no íbamos a ganar los ocho partidos que quedaban. Hoy no perdimos, aunque lo parezca. Seguimos en la pelea y, si hay un equipo capaz de lograr lo que parece imposible, ese es el Tenerife”.