Marcelino estalla tras el desastre en Champions: “No estuvimos a la altura y hay que pedir perdón”

El Villarreal cayó de forma sorprendente ante el Pafos en la Champions League y Marcelino García Toral no escondió su enfado. El técnico reconoció falta de intensidad, ambición y respeto al rival, asumiendo la responsabilidad del varapalo. El equipo desperdició ocasiones claras, encajó a balón parado y compromete seriamente sus opciones de clasificación

Pafos

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Finalizado1 - 0

Villarreal

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GolD. Luckassen46'

El Villarreal vivió una noche para olvidar en la Champions League tras caer ante un Pafos que aprovechó cada debilidad amarilla. Marcelino García Toral, visiblemente dolido en sala de prensa, reconoció que su equipo firmó un partido “muy malo” y completamente alejado de lo que exige la máxima competición continental. Según el técnico, la falta de intensidad y ambición fue evidente desde los primeros minutos, lo que permitió al rival crecer y acabar castigando.

El partido comenzó con dos ocasiones muy claras para el conjunto castellonense, pero la falta de acierto fue el preludio de un declive progresivo. Para Marcelino, ese detalle resultó determinante: “Si estamos intensos, no fallamos esas oportunidades”. A su juicio, la Champions es un contexto que no perdona, y el Villarreal se dejó llevar por una comodidad impropia del torneo.

La decepción del entrenador se tradujo también en autocrítica. Admitió que el plan propuesto no se ejecutó y que el equipo se mostró “plano, previsible y lento”, tres conceptos que contravienen la identidad competitiva que intenta construir. Incluso comparó el tropiezo con sonadas eliminaciones pasadas, dejando claro que el resultado no fue una sorpresa para quien estuvo sobre el césped.

Falta de respeto al rival

Más allá del análisis deportivo, Marcelino subrayó que la falta de humildad fue otro elemento clave del fiasco. “No hemos respetado al rival”, lamentó. Esta idea ha encendido las alarmas internas, porque el técnico había advertido en la previa de que el Pafos era un equipo sólido, con buenos automatismos y peligro a balón parado, precisamente la vía por la que llegó el gol en la segunda mitad.

El entrenador insistió en que el campo, el balón y las condiciones eran conocidas de antemano, por lo que no caben excusas. Para él, no basta con dominar fases del partido si no existe rigor permanente en defensa y decisión en ataque.

Consecuencias para el futuro europeo

Esta derrota compromete la situación del Villarreal en la fase de grupos. Hasta ahora, el equipo había competido bien ante rivales de mayor nivel, lo que hace aún más doloroso el desplome europeo. Marcelino se negó a especular con el futuro: “Si jugamos como hoy, es imposible clasificarse”. Los próximos encuentros serán definitivos para mantener vivas las opciones de avanzar.

No obstante, el entrenador confía en que este toque de atención sirva como punto de inflexión. El vestuario, según explicó, suele responder bien en situaciones de presión, aunque esta vez haya fallado en la noche menos indicada. Su mensaje fue claro: responsabilidad colectiva, pero asumiendo él la culpa como cabeza del proyecto.

Un aviso que no puede repetirse

Para la afición amarilla, el golpe ha sido duro. Marcelino pidió perdón públicamente, subrayando que “no se pueden ofrecer espectáculos así”. El cuerpo técnico tendrá ahora la tarea de reconstruir sensaciones, ajustar la actitud y evitar que este tropiezo se convierta en tendencia.

Con un calendario apretado y rivales exigentes, el Villarreal deberá reaccionar de inmediato. El margen de error se reduce y la Champions no otorga segundas oportunidades: cada detalle cuenta, y la falta de intensidad se paga con eliminación.