Fernando Mateos4 min lecturaPacheta ya es historia en el Villarreal. Poco más de dos meses después de aterrizar en La Cerámica, el técnico burgalés, que explicaba las causas del pobre juego de su equipo, fue destituido, curiosamente, tras logar un agónico triunfo ante el Maccabi Haifa en la Europa League, el segundo en tres partidos bajo sus órdenes. Un resultado que deja a los amarillos bien colocados en la pelea por la primera plaza del grupo.
Pero en LaLiga EA Sports, el equipo castellonense sigue sin arrancar. Dos victorias en ocho encuentros es un pobre bagaje que no mejora lo realiza anteriormente por Quique Setién. Y, sobre todo, está la imagen ofrecida, muy lejos de la esperada para un equipo construido para pelear por Europa y soñar con la Champions.
De momento, este domingo, será el director de fútbol, Miguel Ángel Tena, quien se siente en el banquillo del Cívitas Metropolitano para afrontar el duelo ante el Atlético de Madrid. Pero Marcelino García Toral ya tiene preparadas las maletas. Es más, ya hubo contactos antes incluso de que Pacheta dijera adiós y, salvo sorpresa, su llegada se confirmará en los próximos días e incluso horas.
El asturiano, que ya se sentó en el banquillo amarillo entre enero de 2013 y junio de 2016, protagonizó en su momento una sonada salida en mitad de la pretemporada por diferencias con la directiva. Pero eso es agua pasada y desde hace tiempo, tanto el técnico como el propio club estaban decididos a vivir una segunda etapa juntos. De hecho, la idea era ofrecerle un proyecto de futuro para la próxima temporada, pero los acontecimientos han precipitado su regreso.
Eso sí, Fernando Roig ha tenido que aceptar varias condiciones impuestas por el ex del Olympique de Marsella, de donde salió esta misma campaña después de sólo tres meses en el cargo, a raíz de un problema con los hinchas del equipo francés. Para empezar, Marcelino le ha exigido al Villarreal lo mismo que le pidió a Víctor Orta para sustituir a Mendilibar y el Sevilla no aceptó, decantándose por Diego Alonso.
Según informa la Cope, de llegar a buen puerto unas negociaciones que se encuentran bastante bien encaminadas, el de Careñes firmará con el conjunto castellonense por lo que resta de temporada y dos más, hasta junio de 2026, desvelándose también sus peticiones económicas. Así, el técnico asturiano habría solicitado un sueldo de 7 millones de euros al año, ligeramente superior al que ya tenía en el Athletic.
Otra de sus peticiones tiene que ver con la plantilla. En este sentido, según la citada fuente, el ex del Valencia habría pedido dos fichajes de cara al próximo mercado invernal. En concreto, tras evaluar las carencias del plantel, quiere contar con otro central y un mediocentro. Y a todo ello se suma su solicitud de contar en el cuerpo técnico con hasta cinco personas de su máxima confianza, que deberán ser también contratadas. Sin duda, unas cuantiosas exigencias, acordes al carácter exigente que siempre le ha acompañado, que el Villarreal parece dispuesto a aceptar, convencido de que es el entrenador ideal para remontar el vuelo.