Álex Palou se lleva el primer golpe en las 500 millas de Indianápolis

No todo podía ser perfecto para Álex Palou en su aproximación al gran objetivo de la temporada, las 500 millas de Indianápolis. El campeón del certamen nunca ha ganado la mítica prueba y este 2025 tiene la gran oportunidad de su vida, puesto que está dominando con una solvencia increíble el campeonato. De las cinco carreras disputadas cuatro llevan su nombre -en la otra fue segundo- y puede optar a dar un paso más y triunfar en el óvalo con más historia del automovilismo. Sin embargo, tras una semana de entrenamientos libres muy fructífera, ya han llegado los problemas.

En las prácticas iniciales había estado arriba, o mandando o cerca de hacerlo, con seguridad, sin arriesgar y encontrando el 'feeling' en la primera aproximación a los ovales de este 2025. Sin embargo, el jueves todo se ha ido por la borda. No ha sido una buena sesión, ya que apenas al comienzo de la misma ha tenido que irse corriendo a los garajes. Su coche estaba perdiendo líquido y todas las alarmas han saltado en el circuito Chip Ganassi. Sin embargo, ha podido volver, pero lo ha hecho algo coartado, aunque aún así ha podido rondar las 223 millas, casi cuatro por debajo de su mejor tiempo de la semana, y lejos de Josef Newgarden, el mejor de la jornada.

Los motores Honda desatan la preocupación

Ya no solo Newgarden, si no todos los Penske están yendo muy bien. Incluso los McLaren empiezan a despuntar en la figura de Pato O'Ward, y es que una nueva edición son los motores Chevrolet los que marcan la pauta. Tal es la diferencia que Honda ha decidido hacer un gran cambio. De cara a este viernes, en el que tiene lugar el Fast Friday, la primera prueba de fuego de cara a la clasificación de este fin de semana, todos los coches con motores japoneses van a cambiar el propulsor, algo que se suele hacer de domingo a lunes. Colton Herta, Scott Dixon o el propio Palou van a ser los más afectados.

El problema que se van a encontrar es que de nuevo hay dudas con la marca nipona, que en 2024 fue una tortura, además de para el campeón, para todos los pilotos que montaban sus motores. Toda la fiabilidad japonesa que muestran todo el año se ve un poco afectada en los ovales tan agresivos como la Indy500, por lo que todo lo que queda de tiempo hasta el domingo 25, cuando se disputa la carrera, van a estar mirados con lupa.