Carlos Sainz emite un duro comunicado para sus fans y abre un debate en la Fórmula 1
El piloto madrileño ha explicado cómo vive las carreras dentro del paddock y lo mal que lo pasa muchas veces cuando los aficionados le paran para hacerse una foto

Una madre conoce el estado de ánimo de su hijo con sólo verle la cara o escucharle la voz. Y la de Carlos Sainz está muy preocupada desde hace tiempo con él. Porque le nota tenso cada vez que le enfocan dentro del paddock, porque no le ve disfrutar con su pasión. Y el piloto de Williams se ha cansado ya de que le haga la misma pregunta siempre y ha decidido aclarar el motivo de su actitud entre las bambalinas de cada circuito.
Ha sido en el El Partidazo de la Cadena Cope, donde el madrileño se ha atrevido a pedirle dos cambios a los organizadores del Gran Circo para poder disfrutar más y estar más concentrados. En primer lugar, se ha quejado de las distancias que hay entre las distintas zonas a las que tienen que acudir: "Es que ya ni caminamos, ya nos movemos en bici o en patinete, porque es que si no vas en bici o en patinete no te puedes mover".

Y luego, cuestionado por esa seriedad que muestra en cada certamen, ha recalcado el motivo de ello y ha exigido un cambio para no tener que quedar de malaje ante sus fans: "Al paddock sí que es verdad que hace unos 10-15 años le faltaba ambiente, pero ahora no le falta ningún ambiente. Yo prefiero el paddock de ahora al paddock de hace 10 o 15 años, pero sí que es verdad que igual a la hora de dar los pases, darle un recordatorio a la gente de 'ojo que aquí a los que les vas a pedir una foto están trabajando, se están moviendo de punto A a punto B lo más rápido que pueden, porque se tienen que ir a subir al coche o tienen que irse corriendo a hacer una entrevista', pues igual ese recordatorio de que estamos trabajando igual no vendría mal".
En este mismo sentido, Sainz reconoce que lo pasa mal cada vez que le paran por el paddock: "La verdad que yo en el paddock me agobio un poco por la cantidad de fotos que nos piden, la cantidad de gente que nos para y encima voy pensando en lo mío, voy súper concentrado y pongo la cara esa un poco igual antipática, que dice mi madre que tengo que sonreír más".
Y cuando peor lo pasa es el día de la carrera: "Pero es verdad que sobre todo el domingo, el paseo por el paddock no lo disfruto porque quiero estar lo más concentrado posible y lo más solo posible, y el paddock el domingo es una locura, por eso intento aislarme lo máximo posible". Todo este sufrimiento se le pasa una vez finalizado el certamen. Eso sí, si los resultados le han acompañado: "Luego ya después de la carrera sí que, sobre todo si me ha ido bien, me veréis más relajado y sonriente".