Fernando Alonso no se lo puede creer

Era el día, pero el destino se lo impidió. Tras su gran Clasificación del sábado, donde logró una excelente quinta plaza para la parrilla de salida, Fernando Alonso sabía que en el Gran Premio de la Emilia-Romagna tenía una ocasión inmejorable para estrenar su casillero de puntos esta temporada. Sin embargo, de nuevo se fue de vacío.

El bicampeón del mundo de Fórmula Uno concluyó undécimo en Imola y ante los micrófonos de DAZN se desahogó ante tanto infortunio como está teniendo en el presente curso. Porque esta vez no fue culpa suya ni de su equipo, sino del devenir de la propia carrera: "El coche iba realmente bien hoy y yo estaba teniendo una buena carrera hasta que el 'virtual safety car' (el coche de seguridad virtual) le dio un vuelco negativo a nuestra carrera".

Pese a ello, tras lograr su mejor puesto de la temporada en una 'Qualy', el ovetense prefiere ser optimista y así se lo hace llegar a su equipo: "Creo que sin el coche de seguridad hubiésemos podido luchar por el sexto o el séptimo puesto; y haber sumado unos importantes puntos".

"Cuando se relanzó la carrera estábamos fuera de los puntos; y nos las apañamos para adelantar tres coches en nueve vueltas. Pero se nos acabó el tiempo. Ha sido una lástima tremenda, pero ojalá que podamos tener más suerte en las carreras futuras", declaró Alonso tras acabar undécimo este domingo en Imola.

Analizando su temporada, Fernando no se cree el gafe que está teniendo tras siete grandes premios disputados y cero puntos en el Mundial de Pilotos: "La temporada ha sido increíble... de mala suerte. En Australia iba bien, pero se incendiaron los frenos cuando era P11, y luego descalificaron a tres. En Miami, no pusimos neumáticos de seco. Y hoy que por fin teníamos coche para puntuar por mérito… VSC. No hubo VSC cuando íbamos P12 o P13 en las seis carreras anteriores. Hoy que íbamos bien, sí lo hubo. Mi carrera siempre ha estado del lado malo. Gente con fines de semana promedio, están top 5".

Tan frustrado acabó que, antes incluso de que acabara la propia carrera lanzó un lamento por la radio que resonó con fuerza en Imola: "Esto va a ser una tortura, soy el piloto con más mala suerte del mundo".

Al menos, se marchó de Italia con la conciencia tranquila de haberlo intentado hasta el final: "En las últimas nueve vueltas pasé a tres coches —Nico, Lawson, Gasly—. Nuestro grupo del medio estaba muy lento en comparación con nosotros hoy, lo cual es una señal positiva. Pero sin puntos".