Álex Márquez gana la mejor sprint del año en Portimao

Sin Marc Márquez el mando del mundial de MotoGP se quedó desierto, pues desde que el de Cervera sufrió una lesión de gravedad en Indonesia han sido muchos los que han osado lanzarse a por las carreras restantes hasta el final de curso. Marco Bezzecchi, Ráúl Fernández, Pecco Bagnaia o Álex Márquez, todos en medio de un clima de brutal igualdad que hacía que nada se pudiera pronosticar al estilo de lo que sucedía con el 93 en la pista. Hasta que llegó el Gran Premio de Malasia, pues en Sepang fue Álex, el flamante subcampeón del mundo, quien dio un golpe sobre la mesa. Pero no contento con eso, ha querido mantener ese dominio de cara a este fin de semana en el GP de Portugal.

En Portimao el piloto del Gresini estaba siendo el más fuerte del fin de semana hasta la clasificación. Y es que en la Q2, cuando iba lanzado a por la pole, se fue al suelo. Esto le iba a obligar a buscar subir puestos desde atrás, en concreto desde el 5º, pero ni mucho menos ha sido un problema. Desde la primera plaza partía Marco Bezzecchi y tras él Pedro Acosta, y ambos lo han usado para poner tierra de por medio desde las primeras curvas.

Emoción e principio a fin

Sin embargo, la amenaza no estaba si en el tercero, Fabio Quartararo, ni en el cuarto de Pecco Bagnaia. Si no que Álex era quien iba a tener algo que decir. Tanto que en las primeras vueltas se ha puesto tercero, y aunque tenía unas décimas que remontar, apenas ha tardado unos giros en estar a la zaga del dúo cabecero. Y lo que dejaba claro en cada uno de ellos es que tenía algo más, algo que por otro lado se podía intuir teniendo en cuenta los ritmos las sesiones previas.

Por eso mismo desde la 5ª vuelta se ha establecido un trío de cabeza en el que iba a estar la victoria. Quien parecía tener más ganas de ganar era un Acosta efervescente, pero Álex no se dejaba amedrentar, mientras que Bez sufría algo más. En ese contexto los dos españoles han pasado gran parte de lo que restaba repartiéndose hachazos, hasta que Márquez se ha establecido en la vuelta 11, cuando ya estaba en su mano el triunfo y parecía que nadie se lo podía arrebatar. Pero en ese momento Acosta ha emergido, tanto que en las últimas curvas estaba justo detrás de él, pero ha sabido aguantar para terminar ganando una de las carreras cortas más peleadas desde que se celebra este formato.