Amenaza con marcharse a otro equipo de MotoGP

El piloto galo ha avisado ya a Yamaha para que fallos como los del pasado domingo no vuelvan a ocurrir. Su vaso de la paciencia parece estar ya a punto de rebosar

Amenaza con marcharse a otro equipo de MotoGP
Fabio Quartararo y Marc Márquez, durante el curso pasado. - Cordon Press

A sus 26 años, Fabio Quartararo ya no es ningún niño en MotoGP y así se lo ha hecho saber a su equipo esta semana. El que fuese campeón del mundo de 2021 y ganador en 11 grandes premios de la clase reina, está sediento de triunfos (desde junio de 2022) y para una vez que lo tenía en su mano, Yamaha falló.

El francés llegó a tener en Silverstone hasta cinco segundos de ventaja para proclamarse campeón del Gran Premio de Gran Bretaña, pero a falta de ocho vueltas un fallo mecánico le obligó a abandonar el certamen con lágrimas en los ojos.

Y fue ve un micrófono de DAZN y desahogarse. Posiblemente estaba caliente, muy caliente, pero el ultimátum fue claro y así se lo hizo saber a Pol Espargaró, que fue quien lo entrevistó: "Realmente creo muchísimo en ese proyecto, pero sé que si no funciona me iré a un proyecto que ya esté listo".

El piloto galo es consciente de su posición en el equipo, pero no por ello aceptará este tipo de fallos: "El trato con los japoneses siempre ha sido bueno, a veces demasiado lento. Pero los que están aquí ya se han vuelto un poco europeos también. No vamos a esperar dos meses para ver si una mejora pasa el test de tantos kilómetros; si los cambios funcionan, los ponemos".

En este sentido, confesó una de las cosas que más coraje le da: "Algo que odio es que cualquier persona que veas te pregunta cómo va la moto. Si me ves que estoy en el P14, no me preguntes".

En cuanto a las ofertas para marcharse que ha tenido encima de la mesa, el francés ha reconocido que "tenía alguna novia, sí", pero decidió continuar.

Una de las imágenes de la jornada

La cabeza de Fabio Quartararo apoyada en su moto como cual toro esperando a ser apuntillado fue, sin duda, una de las imágenes de la jornada. El francés no pudo contener sus sentimientos y se derrumbó en plena pista y en la rueda de prensa, donde no pudo contener su rabia: "Esto me da esperanza, pero lo que ha pasado es una mierda. En esos momentos te pasa por la cabeza todo el trabajo que haces en casa, todas las horas que le dedicas a tu preparación, a pesar de saber que no vas a poder ganar. Es increíble que una piececita tan pequeña pueda destruir todo eso".