La cara oculta de Márquez y Bagnaia

El documental de Ducati sobre el Gran Premio de Misano ha dejado imágenes que explican mejor que nunca la situación actual del equipo. Mientras Marc Márquez sigue dando pasos firmes hacia un nuevo título, Pecco Bagnaia atraviesa un momento crítico, incapaz de transformar su talento en resultados y hundido en una espiral de errores que se repite carrera tras carrera.

El episodio comienza con escenas distendidas, en las que Márquez se muestra relajado en el paddock y hasta bromista con la mascota de su compañero. En cambio, Bagnaia ya dejaba entrever cierta presión al hablar con el de Cervera sobre el recuerdo de su victoria del año pasado. “Tienes más presión que yo”, decía el italiano. El tiempo terminaría por darle la razón al español.

Pecco, atrapado en la frustración

Y es que el viernes en Misano alimentó mínimamente las esperanzas de Bagnaia, que se dejó aconsejar por sus ingenieros e incluso por Casey Stoner, presente en el box. Sin embargo, ni los matices técnicos ni la experiencia del australiano consiguieron darle confianza. En clasificación se quedó fuera de las posiciones de privilegio, con Márquez mucho más sólido desde la cuarta plaza.

La sprint fue el inicio del desastre. Márquez sufrió una caída cuando lideraba, pero aún así demostró un nivel superior al de Bagnaia, que no pasó del decimotercer lugar. Su frustración se reflejó en la frase que repitió en el box: “No era posible tocar el freno”. Un piloto acostumbrado a pelear por todo parecía desbordado por sus propios problemas.

Márquez da un golpe de autoridad

El domingo, el contraste fue aún mayor. Bagnaia se fue al suelo de nuevo, víctima de la ansiedad y de la necesidad de arriesgar más de la cuenta. En el otro lado del garaje, Marc gestionó la presión de Marco Bezzecchi con una carrera impecable. Su comunicación con los ingenieros fue directa y clara, mostrando a un piloto con plena confianza en su estrategia y en el potencial de la moto.

El Inside deja claro que dentro de Ducati se vive una doble realidad. Mientras Márquez se consolida como el gran referente del equipo y alimenta su candidatura al título, Bagnaia se hunde cada vez más en un mar de dudas del que le costará salir. Misano no solo fue un triunfo para el de Cervera, sino también una declaración de poder en el seno de la escudería italiana.