La frustración infinita de Pecco Bagnaia

Pecco Bagnaia ha tocado fondo en Montmeló, y es que pese a haber tenido un buen domingo en el que remontó hasta la 7ª posición, sus malas sensaciones de todo el fin de semana han hecho mella en él y necesita volver a encontrar las buenas sensaciones

La frustración infinita de Pecco Bagnaia
Pecco Bagnaia durante un Gran Premio de MotoGP - Cordon Press

Pecco Bagnaia está atravesando un muy mal momento en el mundial de MotoGP. Este año, en el, que estaba llamado a pelear de tú a tú con Marc Márquez en busca de volver a ser campeón del mundo y mantener el dominio abrumador de Ducati, ha pinchado por completo. De hecho ahora mismo sus luchas son otras muy distintas, pues cada carrera tiene que pelear contra las adversidades y los primeros puestos son una quimera. Este fin de semana en Barcelona ha sido el epítome de ello, pues pese a ser Montmeló una de sus pistas fetiche, le fue muy mal el viernes y el sábado, hasta terminar saliendo el 21º, y aunque lo arregló con la 7ª plaza dominical, no es capaz de esconder su frustración.

Ya en Hungría dejó claro que pese a que le costó ajustar, con el paso de las carreras la cosa había ido a mejor, e incluso veía brotes verdes. No obstante, volver a hundirse en Barcelona le ha asestado un duro golpe, lo que le impide ser optimista de cara al futuro. "En Balaton estaba bastante satisfecho en cuanto a sensaciones, pero no estaba contento con el resultado. Hoy, no estoy contento al cien por cien con el resultado, pero saliendo 21º no es que pudiéramos haberlo hecho mejor. Hasta mitad de carrera estaba contento, porque iba muy fuerte, remontaba bien y había alcanzado a Fabio Quartararo".

Medir los problemas en 'casa'

Ahora llega un momento complicado para Pecco, pues este fin de semana es el Gran Premio de 'casa' en el mítico circuito de Misano. Allí tendrá que probar de verdad cuál es la situación de la Ducati y de él mismo, pues tendrá que hacerse fuerte y valorar de verdad cuál es la posición actual. "Me gustaría llegar a Misano con esta velocidad y con esta competitividad, para tener un fin de semana normal. Pero no quiero cometer el mismo error que en Balaton, porque llegué aquí convencido de que podía ser competitivo. Prefiero esperar a Misano y ver qué puedo hacer".

Volver a tener unos días tan duros como los que ha vivido en el GP de Cataluña sería un golpe casi definitivo y del que le costaría mucho levantarse, toda vez que ya ha quedado claro que incluso el segundo puesto del mundial es casi una quimera y si quiere ser competitivo el año que viene tiene que recuperar cuanto antes las sensaciones que le llevaron al bicampeonato.