Marc Márquez se moja y se lo deja claro a Valentino Rossi
El piloto de Cervera ha sido cuestionado por el momento en el que le gustaría ser campeón este año, si en casa de Honda o en casa de Valentino Rossi

Marc Márquez tiene ya su noveno título de MotoGP bajo el brazo. Los responsables del Mundial ya han mandado a serigrafiar su trofeo porque ya nadie de la parrilla duda de que es cuestión de días. La incógnita sólo está en saber si acabará ganándolo en Misano o en Japón. O lo que es lo mismo, en casa de Valentino Rossi o en la de Honda.
Y cuestionado por ello, el de Cervera ha preferido saltarse la pregunta, o como se diría en el mítico programa de Antena 3, ha pronunciado el "pasapalabra".
Su primera temporada vestido de rojo en Ducati no ha podido ser más fructífera y está a punto de hacer historia e igualar al más laureado de todos los tiempos, su archienemigo Rossi: "Ni yo ni nadie podía imaginarlo, ser líder con tanta distancia es anormal en un campeonato. No me esperaba tener una renta tan grande, sí me esperaba ser líder o estar cerca de serlo, ese era el objetivo desde el primer día, pero jamás se me pasó por la cabeza un situación como la actual".
Actualmente, le saca 175 puntos de ventaja a su hermano Álex, que es su perseguidor más inmediato. De sacarle 10 puntos más, podría cerrar su éxito en tierras italianas. Pero Marc tiene ya tantos tiros dados que prefiere rechazar todo tipo de morbo que haya en una sala de prensa: "Está bien tirada la pregunta, y como está tan bien tirada me aparto y que vaya largo a otro sitio".
Pero para no dejar tirado al periodista de turno, ha respondido finalmente con una elegancia digna de crack: "Espero no tener bola de partido en Misano, porque eso significaría que mi hermano habría hecho un mal fin de semana aquí. Y, al ser este un gran premio de casa, pues le deseo lo mejor. Prefiero tener esa primera bola de partido en Japón. Es verdad que, en condiciones normales, uno quiere tenerla lo antes posible. Pero dado el margen que tengo quiero que le vaya bien a mi hermano. Eso va por delante".
Y la verdad es que, a juzgar por sus resultados, Montmeló no es un circuito que se le dé bien especialmente. Ya lo avisó en su día, que "es al último circuito al que iría", pero al ser en su casa le hace más ilusión que ninguno por ver a los suyos. Pero para revertir esos números (tres victorias en 11 carreras disputadas aquí) piensa aplicar la solución pensada: "Este es uno de esos circuitos en los que tengo que arriesgar un poco más; saber verme entre los seis o siete primeros, en vez de obsesionarme con estar siempre entre los tres más rápidos. Hay que ser paciente y trabajar. Pero una cosa es que no me guste, y otra que no intente ganar".
Por último, ha confirmado que llega relajado y se permitirá algunos lujos gracias a esa ventaja: "Si llegara con más presión me aislaría mucho más. Es un circuito de casa, y también tengo que disfrutar. El margen es para estar cómodo, pero no para relajarse".