Vía verde de Los Alcores: del Tren de los Panaderos a nuestros días

La vía verde de Los Alcores es un un paseo muy atractivo de carácter circular y repleto de recursos arqueológicos e históricos. Un entorno singular en el que el itinerario tiene como recorrido el antiguo y mítico Tren de los Panaderos, que unía la localidad de Carmona con Alcalá de Guadaíra, pasando por el Viso del Alcor, Mairena del Alcor y Gandul.

Durante casi cien años, el Tren de los Panaderos fue transporte de los panaderos que, una vez recogido el trigo, molido en los Molinos de agua de Alcalá de Guadaira, y horneados, venían diariamente a Sevilla para vender el pan casa a casa. Fué en 1965 cuando dejó de ir hasta Carmona y en 1975 cuando hizo su último viaje Sevilla - Alcalá de Guadaira.

Nuestro recorrido se inicia en el carril que sale a la derecha, nada más cruzar la A-92 en la salida número 15. Allí nos encontraremos con las ruinas de una antigua estación y una cárcel de mujeres. Poco después entramos en un terreno abierto que está surcado por un sinfín de carriles. La opción más adecuado es ir por la izquierda, pegados a la valla de la zona militar, hasta encontrar los primeros restos funerarios dolménicos de la Edad de Bronce.

Un poco más abajo llegaremos a un mausoleo circular de la época romana que rodearemos para incorporarnos de nuevo a la vía verde de Los Alcores. A partir de este momento, la Vía Verde de Los Alcores se convierte en un camino angosto, casi excavado en el albero, y escoltado por chumberas y algún alcornoque.

Cuango lleguemos a un pequeño cortijo en ruinas tenemos dos opciones. En el caso de ampliar la ruta hasta Mairena del Alcor seguiremos de frente, sin perder la vía verde, hasta encontrarnos con un camino que sale a la izquierda, el llamado camino de El Chorrillo, que nos conducirá hasta el municipio tras unos 3 kilómetros.

Si optamos por la ruta circular bajaremos por la derecha entre viejos olivos para buscar el camino que inicialmente va pegado al río Salado. El camino desemboca en la antigua carretera de Gandul, al que ingresaremos subiendo por un camino a la derecha desde el que podremos contemplar el Palacio y la encalada ermita de San Juan Evangelista. Al salir de este camino encontraremos de nuevo la vieja carretera que nos conducirá al punto de inicio de nuestra ruta.