Una solución de urgencia. Eso es lo que busca el Celta de Vigo con Santi Mina, s
uspendido de empleo y sueldo tras ser condenado a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual. El conjunto celeste, tal y como informa
Faro de Vigo, ha tomado dicha decisión ante la imposibilidad de rescindir su contrato hasta que la sentencia judicial sea firme y definitiva.
Santi Mina tiene dos años más de contrato con el club y
el Celta ha tomado la decisión de negar al jugador cualquier posibilidad de entrenarse en la Ciudad Deportiva Afouteza, así como volver a enfundarse la elástica celeste. De esta forma, también, los vigueses se quitan de encima de una de las fichas más importantes de la plantilla, lo que ha despertado el revuelo en Vigo.
La decisión, entre la ética y el oportunismo, no ha dejado indiferente al futbolista ni a sus representantes, que solicitan ejercer su derecho mientras que los recursos ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y el Tribunal Supremo se resuelven y ratifican, o no, la condena por abuso sexual al futbolista vigués. Un proceso que podría durar varios meses, estimando las partes entre seis y nueve meses para el TSJA, quedando otros tres meses, luego, para un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Mientras tanto,
el Celta no podría despedir de manera procedente a Santi Mina, pues se enfrentaría a una demanda por despido improcedente que le podría obligar a abonar toda su ficha de las dos próximas temporadas o reintegrarlo a la disciplina del club.
Por todo ello, según
Faro de Vigo, el Celta busca una salida en el mercado para
Santi Mina.
Una liga extranjera en la que el delito de abuso sexual no tuviese el mismo rechazo social que en occidente. Turquía, Rusia o las ligas árabes serían algunas de las alternativas que contemplarían en Vigo para darle solución al problema abierto con Santi Mina, que se enfrenta a cuatro años de cárcel.