OPINIÓN

Te abrazaré más fuerte que nunca

Te abrazaré más fuerte que nunca
Imagen de unos nazarenos de la Hermandad de la Amargura. - Fran Delgado
Fran DelgadoFran Delgado2 min lectura
Jesús ha resucitado y la vida vuelve a comenzar. La Semana Santa más triste, dura y extraña que los cofrades esperamos vivir, por fin ha terminado. Todo ha pasado y no ha ocurrido. Ha sido la Semana Santa de las calles vacías, los templos cerrados y las ofrendas florales -excesivas en algunos casos- en las puertas de las iglesias. De las marchas en los balcones. De las misas y los viacrucis por streaming. De las cofradías virtuales. De la reflexión y la estación de penitencia interna. Del recuerdo. Del darnos cuenta de la importancia que tiene la familia y la amistad.

Ha sido una 'chicotá' larguísima. Semana Santa, sabía que te quería, pero no sabía que tanto. Ay, cuánto te he echado de menos. He extrañado la primera ilusión en tus barrios. He echado en falta el rito que me lleva a tus rincones. He añorado la emoción, el fervor y la alegría. El movimiento de las bambalinas. El andar valiente del misterio. La 'revirá' eterna. La 'petalá'. Ay, Semana Santa, cuánto te he echado de menos.

He extrañado a mi fiel instructor y a mis cofrades. A tu gente. He añorado hasta tus lágrimas. El redoble de tambor. El solo de corneta. El oboe, el clarinete y el fagot. El rachear de los costaleros. La saeta. Y, sobre todo, he echado de menos al Señor y a la Virgen. La Esperanza está en mí. Nacerás de nuevo con el azahar, volverás a oler a incienso y yo, Semana Santa, te abrazaré más fuerte que nunca.
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