Las camisetas retiradas más curiosas del deporte

En el deporte, más aún en el actual, los dorsales tienen mucha importancia. Y es que se convierten en emblemas de carreras legendarias, símbolos imborrables para que representan a jugadores e incluso reflejos de cultura, historia o controversia. Por eso mismo el hecho de tener retirada una camiseta, es decir, hacer que ningún otro jugador vuelva a lucir ese número, es uno de los máximos homenajes que se le puede rendir a un deportista. Pero no todos los casos obedecen a grandes hazañas deportivas: algunos esconden historias insólitas, normas inesperadas y polémicas de gran alcance.

El origen de esta tradición se remonta a 1934, cuando los Toronto Maple Leafs de la NHL retiraron el número 6 en honor a Ace Bailey, cuya carrera terminó tras una grave lesión. Desde entonces, este gesto se ha popularizado en el deporte norteamericano y ha dado lugar a decisiones tan singulares como la de los Seattle Seahawks retirando el 12 en honor a su afición —el "jugador número 12"— o los Utah Jazz, que rindieron tributo a su técnico Jerry Sloan colgando el número 1.223, correspondiente a sus victorias.

Sin embargo, fuera de Estados Unidos, las camisetas retiradas son menos frecuentes y muchas veces están condicionadas por normativas. En LaLiga española, por ejemplo, no está permitido dejar fuera de uso un dorsal oficial que vaya del 1 al 25, lo que impidió al FC Barcelona retirar el 10 de Messi o al Real Madrid hacer lo propio con el 7 de Raúl.

Las tragedias fuerzan retiradas

Algunos clubes como el Espanyol han mantenido ciertas tradiciones, por ejemplo en su caso la de entregar el dorsal 21 a un canterano, en memoria de Dani Jarque, fallecido en 2009. Y es que algunas camisetas han sido retiradas no por gloria, sino por tragedia. El Manchester City, el Lyon y el Lens apartaron el 23 tras la muerte del camerunés Marc-Vivien Foé. Y en un caso único, los Vegas Golden Knights de la NHL retiraron el número 58 en homenaje a las víctimas del tiroteo masivo ocurrido en la ciudad en 2017.

Historias curiosas con los números retirados

Otros dorsales han generado revuelo por motivos completamente diferentes. Gianluigi Buffon, por ejemplo, eligió el 88 en su etapa en el Parma, sin prever que ese número tiene connotaciones neonazis, lo que desató una fuerte polémica que lo obligó a cambiar al 77. O en Brasil, donde el dorsal 24 ha sido tradicionalmente evitado por su asociación con la homosexualidad en el imaginario popular, lo que incluso llevó a una demanda judicial que cuestionaba esta exclusión en la selección nacional.

Hay jugadores que han querido innovar, con más o menos éxito. Hicham Zerouali, apodado “Zero”, llevó el número 0 en el Aberdeen escocés antes de que fuera vetado. En Alemania, el croata Dino Drpic intentó jugar con el 69 por una sugerencia de su pareja, la modelo Nives Celsius, pero la liga lo prohibió alegando que era ilegible, aunque las connotaciones sexuales eran evidentes.

También hay gestos llenos de simbolismo. Cuando Boston Bruins retiró el 7 de Phil Esposito, su entonces portador y capitán del equipo, Ray Bourque, cruzó el hielo, se quitó la camiseta y se la entregó a Esposito, mostrando debajo el 77, su nuevo dorsal. Años después, ese número también sería retirado en su honor. O en la NBA, donde el 6 de Bill Russell no puede ser usado en ninguna franquicia. O Miami Heat retirando el 23 en honor a Michael Jordan, pese a que nunca jugó en la franquicia. También apartaron el 13 de Dan Marino, ídolo local, pero del equipo de fútbol americano, los Dolphins.

Y en casos extremos, algunos equipos han retirado números insólitos. Los Cleveland Guardians de la MLB retiraron el número 455, no por un jugador, sino para conmemorar los 455 partidos consecutivos con entradas agotadas en su estadio entre 1995 y 2001.