La nueva estrella española asume el duro golpe en Tokio
Lester Lescay se ha tenido que conformar con un octavo puesto en la final de longitud cuando partía entre los favoritos

El Mundial de atletismo pasó su ecuador en una jornada que se prometía feliz para el atletismo español, pero que estuvo llena de sinsabores. El mayor, posiblemente, fue el ver al campeón olímpico Jordan Díaz lesionarse cuando intentaba su primera carrera en el triple salto.
El saltador español se paró a mitad de recorrido y se llevó las manos a la cabeza. Fue entonces cuando se fue hacía la grada, habló con su entrenador, Iván Pedroso, y decidió retirarse. Luego, confirmaría que esta vez no había sido la rodilla, sino una rotura en el cuádriceps de su pierna derecha.
Díaz estaba buscando el paso a la final, pero las opciones españolas de medalla eran patentes ese día con tres atletas situados en las finales y con tiempos y marcas que hacían albergar alguna esperanza. Sin embargo, Jaime Guerra acabó duodécimo en longitud y tanto Lester Lescay como Adrián Ben fueron octavos en esa misma prueba y en los 1.500 metros, respectivamente.
Lester Lescay asume su mal día en el Mundial
Había puestas muchas ilusiones, especialmente, en un Lescay que obtuvo la nacionalidad española a principios de año, compitió por primera vez como español en el Europeo de Apeldoorn, donde fue bronce, y a la final de longitud había pasado con el segundo mejor tiempo, un salto de 8,21 que le habría metido en la lucha por las medallas en Tokio.

Sin embargo, un nulo inicial le metió presión, un segundo nulo le puso contra las cuerdas y centró su esfuerzo en un tercer salto en el que hizo 7,97 y le situó octavo, dejando fuera de la competición al vigente campeón olímpico y mundial, el griego Miltiadis Tentoglou. No lograría pasar esa barrera en los siguientes saltos, aunque tampoco bajó su clasificación, obteniendo la plaza de finalista como mal menor.
Lescay tenía claro que había sido un mal día, pero que tenía piernas y salto para la medalla. Sólo tenían que coincidir las circunstancias. "Pronto saldrá la medalla, eso esperamos. Ahora toca descansar y prepararme para llegar en forma a la próxima temporada. No puedo reprocharme nada. Solo faltó el gran salto", admitía el hispano-cubano.
Lester Lescay, pese a ello, no se mostraba frustrado. Sabe que la competición es así en su especialidad y que un centímetro lo puede marcar todo. "Lo hemos disfrutado mucho a pesar de los dos nulos. Simplemente, no fue el día. No salió nada aunque dimos todo. Yo estoy muy bien porque la temporada ha sido buena y he sido finalista mundial", afirmaba en la zona mixta del Estadio Olímpico de Tokio.