Pogacar se cae en la Strade Bianche: "Espero que mis lesiones no sean graves"

Tadej Pogacar se ha vuelto a coronar en la Strade Bianche con una exhibición, pero en esta ocasión no ha terminado con una sonrisa. Nada más entrar en meta tenía el gesto torcido, algo que ni siquiera cambió al subir al podio. Tenía su sentido. En su cabeza solo estaba la necesidad de conocer hasta qué punto se había hecho con la dura caída sufrida a 50 kilómetros del final. Ganó, pero ello no evita su lógica preocupación –y la de todos–.

Atendiendo a los medios en La Piazza del Campo de Siena, el ciclista esloveno de UAE recalcó que la carrera en caso alguno fue un sufrimiento, pero de igual modo no puede dejar de lado las dudas sobre su estado físico. "Lo he disfrutado hasta el final, pero ahora la adrenalina se está acabando y empiezo a sentir el dolor por las heridas de la caída", fueron las primera palabras del campeón del mundo tras imponerse en la clásica del 'sterrato'.

El triple ganador del Tour de Francia –y ahora también de la Strade Bianche– subrayó que debido al accidente "no es la mejor manera de ganar, pero una victoria es una victoria", explica antes de mostrar su preocupación por lo que podría llegar a ser una lesión importante. "Espero que mis lesiones no sean tan graves como parecen", apostilló.

En cuanto a cómo se produjo la caída, el esloveno recalca que se conocía plenamente el recorrido de la prueba, pero que simplemente se equivocó en esa curva y lo pagó perdiendo el control de su bicicleta y yéndose al suelo. "Conozco esas carreteras como la palma de mi mano. He rodado por ellas unas 20 veces, pero a veces uno se equivoca. Iba demasiado rápido. Esas cosas pasan".

Descolocado tras la caída

Pogacar admite que tras caer sobre el asfalto pasó unos minutos complicados, ya que pese a querer montarse de nuevo en la bici ipso facto, lo cierto es que no tenía claro si estaba bien o tenía algo serio que le impidiese seguir en carrera.

"Al levantarme tras la caída no sabía si estaba bien, y mi bicicleta estaba rota. Después del cambio me preocupé. Un accidente te quita mucha energía, pero aún tenía suficiente energía para seguir y disputar la carera", explica.

Con una tercera victoria, Pogacar iguala el récord del suizo Fabian Cancellara, un triunfo en la Strade Bianche que no olvidará el esloveno, pues le costó sangre, sudor y lágrimas.