Se ha hablado tanto de la comparecencia pública de
Antonie Griezmann, que muchos han pasado por alto que, junto al delantero del Atlético de Madrid, también iba a hablar ante los medios
Steven Nzonzi.
Tras apagar
Montella y Caparrós los fuegos surgidos entorno a su figura durante la temporada, el francés acabó el ejercicio jugando, siendo importante y siendo llamado, finalmente, por
Didier Deschamps, algo que anhelaba y que le ha hecho tremendamente feliz. Sin embargo, no ha provocado que desterre su idea de cambiar de aires.
Sin querer complicarse mucho, porque tiene los cinco sentidos en su selección, el mediocentro se ha referido este martes a su situación en el Sevilla. En resumen, ha dicho que en Nervión está bien, pero que desea mejorar: "Me siendo a gusto en Sevilla, donde he tenido la oportunidad de jugar la Champions tres años. Ahora bien,
jugar en uno de esos grandes clubes europeos que todos conocen me facilitaría el progreso".
El Sevilla busca pivote, independendientemente de que se marche Nzonzi o no, aunque se da por seguro que, esta vez sí, terminará cambiando de aires. Pese a su cláusula es de
40 millones de euros, unos cinco irían a parar a sus bolsillos. Eso dice lo firmado, al menos, porque
Adil Rami tuvo que renunciar a ello para poder firmar con el
Olympique de Marsella, y tampoco es que Nzonzi haya sido en el Sevilla un Martí, un David Castedo o un Fernando Navarro, como para facilitarle las cosas...
A la
Juventus siempre le ha gustado (llegó a tener un acuerdo verbal el verano pasado) y Emery podría llamarle para llevárselo al
Arsenal. Otra gran venta, pues, parece asegurada.