Se lesionó
el 5 de mayo de 2016, en la semifinal de la Europa League ante el Shakhtar Donetsk, y
no volvió a ponerse la camiseta del Sevilla FC, pese a que tenía por delante más de
un año firmado con el club nervionense.
Benoît Trémoulinas (32) sufrió una rotura del menisco interno de la rodilla izquierda, y el primer parte médico del club reflejaba que iba a estar
cuatro semanas de baja.
Ante la cercanía del final de su contrato, durante la temporada de Jorge Sampaoli en el banquillo no eran pocas las voces que apuntaban a que el ex del Girondins (llegó a ganar la Ligue 1, siendo el mejor lateral zurdo del campeonato) estaba echándole teatro, que
no deseaba forzar ante el miedo de volverse a romper y poderse quedar sin equipo.
Y, pese a no forzar, ahí está desde entonces,
formando parte de la lista de jugadores que están en paro. Su operación no debió salir lo bien que esperaba, se le detectó en la misma una lesión en el cartílago externo y ha tenido que superar varias complicaciones en la zona.
Trémoulinas
espera ahora que alguien le dé una oportunidad para demostrar que está recuperado. De momento,
se está entrenando con los reservas del Girondins (imagen de
girondins33.com), a las órdenes de su excompañero
Matthieu Chalmé y con un llamativo look.
Y la cuestión es que
no mintió. Su rodilla no estaba para jugar.