Para los aficionados, siempre divididos con él, es una cuestión de gustos; para el técnico, de
soluciones. Por eso,
Franco Vázquez (pausa, apoyos, visión...) siempre termina jugando, esté quien esté en el banquillo.
Curiosamente, a
Pablo Machín también le pareció desde fuera que el ex de Belgrano jugaba a otro ritmo y que, por tanto, no le iba a servir para su idea de fútbol vertical. En el primer amistoso del verano, de hecho, le dejó apartado, junto a los canteranos y varios descartes (Genaro, Cristian González, Álex Muñoz; Corchia, Fede San Emeterio, Mena...). Tras el primer parón, sin embargo, el 'Mudo' es
el quinto jugador de la plantilla al que más ha utilizado. Y eso que le dejó en tres sin convocar para reservarlo de cara a los partidos más importantes.
Lo curioso es que, hasta que
Éver Banega se puso en forma, tras regresar más tarde de las vacaciones por haber estado en el Mundial de Rusia,
Franco Vázquez estuvo jugando como mediocentro. Sus buenas actuaciones junto a Roque Mesa llevaron a la dirección deportiva a descartar la posibilidad de acudir al mercado en busca un recambio para el '10' (se meditó la posibilidad de pedir al Barça la cesión de
Carles Aleñá).
Y la opción de que el 'Mudo' vuelve a actuar como mediocentro sobre el 3-4-2-1 coge de nuevo cuerpo, dado que, por las lesiones de
Gaby Mercado y Maxime Gonalons,
Ibrahim Amadou podría ocupar un puesto en el eje de la defensa, contando ya Machín además con
Quincy Promes para la mediapunta, bien cubierta con Sarabia, Nolito o Muriel.
Se avecina un calendario muy cargado y
Banega,
el futbolista de campo del Sevilla que más tiempo ha estado sobre el césped hasta ahora, no podrá jugarlo todo. El 'Mudo', ya internacional con Argentina, tiene la solución.
Carlos Pérez2 min lectura