Parecía en un primer momento que
Pablo Machín contaría con
Luis Muriel, que cuadraba en sus planes para ejercer en la segunda línea con espacios, pero el bajo rendimiento del colombiano en las oportunidades brindadas por el técnico, con la excepción de la final de la
Supercopa contra el
Barcelona, provocó que básicamente desapareciera de sus planes. De hecho, más allá del referido encuentro, el colombiano sólo ha sido titular en la ida de la eliminatoria contra el
Sigma Olomouc, mientras que en LaLiga únicamente ha disfrutado de 45 minutos repartidos en cuatro encuentros, con el máximo de los 17' que jugó contra el
Levante.
La apuesta de
Machín por los dos delanteros a partir de la cita con los granotas no mejoró la situación de Muriel, obligado a reivindicarse en dos ratos de cara a hacerse hueco de forma más continua en la dupla de arriba. En tan poco tiempo no pudo demostrar nada hasta que el sábado saltó al césped del
Camp Nou para medirse al único equipo contra el que se había lucido en la presente temporada.
Con un cuarto de hora por delante, el de Puerto Colombia arrancó muy motivado, hasta el punto de revolucionar el ataque sevillista con sus arrancadas e intensidad. Rentabilizó los espacios y generó peligro con su profundidad, lo que terminó recibiendo premio con un tanto de bella factura merced a un disparo al palo largo imposible para un
Ter Stegen supersónico.
Hacía cerca de tres meses que el internacional cafetero no veía puerta, pues el único gol que había marcado hasta ese momento lo convirtió el 2 de agosto, en la vuelta del estreno europeo nervionense ante el
Újpest, disputado el 2 de agosto. Esta actuación le puede abrir la puerta de la titularidad el jueves en casa contra el Akhisar, oportunidad, a su vez, para golpear la puerta de
Machín.