El
Slavia de Praga, un semidesconocido al que se enfrentará el
Sevilla en octavos de final de la
Europa League, busca conseguir algún logro continental que le ponga en el mapa. Los checos, una de las ‘cenicientas’ del bombo, no se metían entre los 16 mejores equipos de una competición continental desde la 2002/2003, cuando por fin lo lograron en su undécimo intento. Su techo está en las semifinales de la
UEFA 95/96, cuando cayeron ante el
Girondins de Burdeos francés, subcampeón de aquel año y club del que se han vengado este año.
Y es que el
Slavia, pese a partir en inferioridad ante el Sevilla, no pondrá las cosas sencillas a los pupilos de
Pablo Machín.De eso pueden dar buena cuenta los bordaleses y un habitual en
Champions League como es el
Copenhague, eliminados en la
Fase de Grupos por el
Zenit y por unos competitivos checos; que llegaron a la competición tras caer en la previa de la
Liga de Campeones ante el
Dinamo de Kiev (1-1 y 2-0 en
Ucrania).
Los de
Jindrich Trpisovsky se midieron en los dieciseisavos de final al
Genk, que sufrió en la vuelta la mejor versión de los checos, que se impusieron por un contundente 1-4 tras el 0-0 de la ida en
Bélgica.
Sólido líder de su país, donde suma diez victorias, un empate y una derrota en las 12 últimas jornadas, el
Slavia llega hoy al
Ramón Sánchez-Pizjuán con un objetivo prioritario: no encajar goles y mantener al
Sevilla lo más lejos posible de su área.
Así lo ha reconocido su entrenador y no es mero deseo. Eso mismo viene haciendo en lo que va de
UEL. Y es que, aunque es el más realizador de su país, fue el club con menos goles de los 32 que componían el bombo de dieciseisavos: sólo cuatro en la
Fase de Grupos y tres encajados, con ocho a favor y cuatro en contra en sus ocho duelos. De hecho,
Ondrej Kolar, su meta titular, ha acabado imbatido en cinco de esas ocho citas y es el que más veces ha dejado su portería a cero en lo que va de torneo con
Andrés Fernández (Villarreal) y una vez más que el sevillista
Vaclik.
Al margen de su seguridad atrás, el cuatro veces campeón checo explota su fortaleza por banda, con dos poderosos laterales,
Coufal y
Boril, y habilidosos extremos como
Zrmhal,
Masoputs o su gran estrella, un
Stoch que en teoría será suplente en
Nervión, a pesar de que suma 12 goles y nueve asistencias en la 18/19.
El pivote
Tomas Soucek, un fijo en la selección de su país, el mediapunta
Husbauer y el ‘killer’ y capitán
Martin Skoda son otros de los baluartes en el 1-4-2-3-1 sobre el que se suele dibujar un equipo intenso, competitivo, muy físico y bien trabajado.