Es difícil resaltar algo positivo de un Sevilla que acabó cediendo un empate a dos frente a un Slavia de Praga claramente inferior, pero si hubo algo destacado durante el partido fue la actuación de Munir El Haddadi, quien arribó el pasado mes de enero como una oportunidad de mercado y ayer, en la Europa League, se estrenó como goleador sevillista, firmando su primer tanto.
Tras partir como extremo zurdo en la primera mitad, donde cuajó una discreta actuación (como el resto del equipo), más allá de su gol en una jugada de estrategia; en la segunda, con el retorno al sistema habitual de Pablo Machín, el internacional español pasó a la vanguardia, mostrando sus mejores prestaciones.
Arriba, quizá, evidenció no tener la misma pegada que su compañero Ben Yedder, pero sí muchas alternativas para el ataque sevillista, asociándose a las mil maravillas con el internacional galo y con la zona ancha, especialmente con Rog. En definitiva, un escaparate mucho más amplio que el gol.
Alejandro Sáez1 min lectura