Joaquín Caparrós no podrá contar con Banega, casi con seguridad, en las últimas tres jornadas del campeonato. El equipo sevillista tendrá que aprender a jugar sin un futbolista capital que lo ha jugado prácticamente todo en las tres competiciones. El dilema para Caparrós es quién hará de Banega ante el Leganés, el Atlético de Madrid y el Athletic de Bilbao.
El rosarino no tiene un recambio natural en el plantel. No hay otro centrocampista con su calidad, visión de juego y personalidad. Así que lo lógico es que sus funciones las realicen entre varios futbolistas. Lo primero que tendrá que hacer Caparrós es elegir su pareja para el doble pivote. Hasta ahora el predilecto para acompañar a Banega ha sido, en ausencia de Gonalons, Roque Mesa. Si el jugador cedido por la Roma se recupera es el que tiene más papeletas para formar pareja con el canario. En caso contrario las alternativas son Amadou y Marko Rog. El francés aportaría más músculo -Monchi reconocía que a este plantel le falta algo de físico- y el croata tiene más facilidad para hacer jugar al equipo.
La otra alternativa es retrasar a Franco Vázquez al doble pivote, aunque a tenor de lo que ha hecho hasta ahora Caparrós, parece que la función del Mudo será ayudar a la creación pero partiendo de una posición más avanzada. En cualquier caso, el internacional argentino está obligado a tirar de galones y hacerse más presente en el juego del Sevilla que lo que hizo en Girona. Sarabia, desde el costado, será otro futbolista que tendrá que asumir mayor responsabilidad en tareas creativas.
Enrique García2 min lectura