La trágica muerte del utrerano
José Antonio Reyes en un accidente de tráfico el pasado sábado ha paralizado al
Sevilla, que se ha volcado, como no podía ser de otra forma, con la familia del jugador en estos momentos tan duros. Sin embargo, la entidad debe seguir con su
día a día y mirar al futuro y entre los retos más inmediatos se encuentra el de
concretar la llegada del entrenador.
Todos lo caminos conducen a
Julen Lopetegui, que debe ser el siguiente en llegar a Nervión después de que ayer se
oficializase el acuerdo con Diego Carlos, el central brasileño de 26 años procedente del
Nantes. El zaguero es el segundo refuerzo para la 19/20, toda vez que el cuadro nervionense cerró meses atrás al delantero israelí
Munas Dabbur.
Pero sin lugar a dudas, la pieza más importante de la planificación es el técnico y en él están centrados todos los esfuerzos en estos momentos por parte de la dirección deportiva.
Monchi intenta cerrar todos los flecos de una operación nada fácil. El de San Fernando ha tratado de convencer al que fuera seleccionador nacional y técnico del
Real Madrid ofreciéndole un proyecto a largo plazo (un contrato de tres años),
estable y ambicioso, con capacidad para crecer y con el que recuperar parte del prestigio que perdió tras su paso por la casa blanca, en la que no le terminaron de acompañar los resultados.
Por todo ello,
las próximas horas se antojan determinantes para cerrar las negociaciones y poner negro sobre blanco las líneas maestras del proyecto que conjuntamente dirigirán
Monchi y
Julen Lopetegui para la próxima temporada.