Lopetegui aprende a jugar al póquer en el Sevilla

Lopetegui aprende a jugar al póquer en el Sevilla
De Jong deja su puesto a Munir en la segunda mitad del Sevilla-Dudelange. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura
No es nada fácil para un entrenador que juega con un único delantero en su sistema tener enchufados a los cuatro. Cuando uno está en racha, otro se siente marginado. Cuando a uno no le entran los remates, la afición recrimina que no hayan elegido a sus competidores. Y cuando a los cuatro les cuesta batir al portero rival... toca hacer terapia. En ello anda Julen Lopetegui, que poco a poco está aprendiendo a jugar el póquer que Monchi ha puesto en sus manos y que va masticando con calma la jugada con el objetivo de obtener el máximo beneficio posible para el Sevilla.

El mejor ejemplo del Julen psicólogo es Luuk de Jong. El holandés fue titular en las ocho primeras jornadas de Liga a pesar de que no haber marcado en ninguna de ellas. Rompió su sequía con su selección, en el parón de hace dos semanas, y ante el Levante, el pasado domingo, anotó su primer gol en LaLiga. El tanto, además, reportó tres puntos y correspondió el mimo y la confianza recibida por parte del míster, quien consciente de que el espigado punta necesita estímulo, le dio continuidad ante el Dudelange.

El segundo as en la baraja ofensiva del míster nervionense es Javier Hernández. El 'Chicharito' se quedó fuera de la lista para el partido del jueves en la Europa League y fue reservado para el choque ante el Getafe. Frente a los azulones buscará su segunda titularidad consecutiva en el torneo doméstico y anotar su primer gol, pues los dos que suma con la camiseta sevillista los marcó en las dos jornadas previas de la segunda mejor competición continental -ante Qarabag y Apoel-.

La tercera carta del vasco es la de Munir El Haddadi, otro 'olvidado' que sólo ha tenido minutos (219') en cuatro de las nueve jornadas ligueras y que de momento se conforma con la Europa League. Titular ante Qarabag (90') y Apoel (61'), el marroquí tuvo que conformarse con salir en la segunda parte del choque ante el Dudalange, lo que no impidió que dejase su sello en el encuentro. Se inventó una buena ocasión que se fue arriba, generó el rechace del portero que Vázquez convirtió en el 2-0 y anotó el tercer tanto sevillista (el segundo de su cuenta personal en el torneo). Además, cabe resaltar que jugó en punta pese a coincidir con Dabbur, que siguió en la izquierda cuando se marchó De Jong. Queda claro que Lopetegui ve a Munir más delantero que extremo, pues se movió por dentro incluso cuando la entrada de Bryan Gil al final desplazó más al centro al israelí.

Por último, el naipe que más le ha costado poner sobre el tapete es el de Munar Dabbur. El sevillismo le pedía insistentemente y Lopetegui le dio al Sánchez-Pizjuán un total de 93 minutos del israelí, quien por fin disfrutó de su primera titularidad y pudo sentirse importante. Respondió a la oportunidad, mostrándose muy participativo y demostrando virtudes como la movilidad y el dinamismo. Se le vio muy cómodo entre líneas, tocando e incluso conduciendo, como en la jugada del 1-0, en la que avanzó unas yardas y abrió a la izquierda para Óliver Torres, que la puso perfecta para el cabezazo del Mudo. Al ex del Salzburgo sólo le faltó el gol, ya que tuvo varias claras y se fue con esa espinita.

"Ha hecho un buen partido, en líneas generales. Es un jugador de nuestro agrado y trabaja muy bien. Ha tenido su oportunidad y seguro que tendrá más oportunidades", señaló tras el choque un Lopetegui que no descarta salir más veces de inicio con dos delanteros: "No es la primera vez que jugamos con dos delanteros. Que lo hagamos más veces dependerá de lo que necesitemos en cada partido" , indicó en sala de prensa.

Con todo, el equipo sigue necesitando demasiado para marcar. Al descanso se fue con 0-0 y, por momentos, recordó mucho al choque ante el Levante. Necesitó 20 disparos (11 de ellos a portería) para lograr esos tres goles; mientras que ante los granotas acumuló 14 intentos. El máximo goleador de la plantilla es Franco Vázquez (con cuatro tantos), mientras que, por líneas, los centrocampistas tiran del carro del gol. La segunda línea ha anotado 12 de los 18 tantos del equipo (un 66,6 por ciento), por los cinco que han celebrado los delanteros (27,7%). La diana restante la aportó un defensa, Sergio Reguilón, quien curiosamente marcó la primera de esta temporada.
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