Óliver Torres invita a su cumpleaños a un enemigo íntimo

Óliver Torres invita a su cumpleaños a un enemigo íntimo
Óliver Torres tiene un domingo cargado: cumpleaños, elecciones y derbi. - Aitor Torvisco
El sevillista Óliver Torres tiene la agenda cargada para la intensa jornada dominical que se avecina. Este 10 de noviembre de 2019, la capital andaluza se prepara para ejercer su derecho a votar en las enésimas elecciones generales y, una vez cerrados los colegios, para ejercer su derecho a botar en El Gran Derbi que se celebrará a partir de las 21:00 horas en el estadio Benito Villamarín. No obstante, al margen de esas dos relevantes citas con las urnas y con el fútbol, para el futbolista extremeño este domingo es un día muy especial en lo personal y en lo deportivo.

En lo personal, porque el de Navalmoral de la Mata (Cáceres) celebra su 25 cumpleaños justo este domingo, día en el que debutará por tercera vez contra el Betis, un equipo que el destino ha querido cruzar en su camino en algunos de los momentos más importantes de su carrera futbolística. Contra los verdiblancos entró por primera vez en una convocatoria con el primer equipo del Atlético, el club en el que se formó. Ocurrió en la temporada 11/12, ya con Diego Pablo Simeone en el banquillo colchonero y, aunque tuvo que ver todo el partido desde el banquillo, su historia sólo acababa de comenzar.

Óliver se estrenó como rojiblanco en la 12/13. Tuvo minutos en partidos de LaLiga y de la Copa del Rey, ya en la 13/14 participó en la Supercopa de España y hasta en la Champions League, pero aún le faltaban dos cosas: jugar como titular y marcar su primer gol, dos retos que aplazó hasta encontrarse con su rival fetiche: el Betis. El 27 de octubre de 2013, el mediapunta salió en el once del Cholo para el encuentro de la jornada 10 y su estreno no pudo ser mejor, ya que el Atlético venció por un contundente 5-0 y él se encargó de abrir la cuenta con un gol a los 13 segundos, su primer tanto en Primera división.

"Es verdad que al Betis lo recuerdo siempre como algo muy positivo para mí, porque siempre que he jugado contra ellos me ha salido un gran partido. Mi primer gol fue contra ellos a los 13 segundos... y aún es el gol más rápido de la historia del Atlético de Madrid en LaLiga. Ojalá se pueda repetir este año", señalaba hace unas semanas Óliver Torres en una entrevista concedida a ESTADIO Deportivo; una charla en la que fue interpelado por si recordaba contra qué equipo debutó en su posterior cesión al Villarreal, en el mercado invernal de 2014: "Contra el Betis (1-1 en la jornada 26)... y también me salió un gran partido. ¡Pero es que además este año el derbi cae el día de mi cumpleaños!", apostillaba entre risas confirmando una coincidencia que va más allá de la simple casualidad.

Después de medirse tres veces y seguir invicto (dos victorias y un empate), el domingo volverá a debutar contra el Betis, esta vez en un derbi y con la camiseta del Sevilla. Lo hará en el día de su 25 cumpleaños y Óliver Torres espera que la fiesta sea completa. Sabe cómo se viven este tipo de partidos y desea corresponder a las peticiones que ha recibido de la afición blanquirroja en los últimos meses. "Sí, en la calle lo primero que me dijeron fue eso, que hay que ganarle al Betis, pero aquí en el club lo que te dicen es que el derbi ya llegará y que lo que importa siempre es el siguiente partido. El derbi lo prepararemos con la idea de ganar, como hacemos en todos los partidos", relataba a este periódico un futbolista que bien podría haber jugado este derbi con la camiseta de las trece barras.

No en vano, en los dos años que Quique Setién ha estado al frente del banquillo del Betis, el nombre de Óliver Torres (entonces en el Oporto) siempre estuvo en la lista de peticiones a la comisión deportiva, pero por un motivo u otro, nunca se llegó a concretar un interés que el propio técnico cántabro reconoció públicamente en más de una ocasión y que llegó a ser una opción "muy viva" para convertirse en el sustituto de Fabián Ruiz, traspasado al Nápoles. No pudo ser y el domingo volverá a ser una amenaza en El Gran Derbi.