Aleix Vidal no podrá jugar el partido entre el
Sevilla y el Alavés en el
Ramón Sánchez-Pizjuán al figurar en su contrato una cláusula que le impide hacerlo en el feudo nervionense. El catalán juega como cedido en el equipo vitoriano esta temporada y sí pudo participar en
Mendizorroza. De hecho, el de este fin de semana será el primer choque que se pierda el ex del
Barcelona esta temporada.
Es una tónica habitual con los cedidos del
Sevilla esta temporada, aunque en los dos casos anteriores de visitas al estadio sevillista las sanciones enmascararon la situación. Tanto
Carlos Fernández como Roque Mesa -cedidos a
Granada y
Leganés respectivamente- vieron la quinta amarilla en el partido previo al
Sánchez-Pizjuán y no acudieron por sanción.
Se da la circunstancia de que
Aleix lleva cuatro amarillas, pero no vio la quinta en el partido previo a la visita al Sevilla, por lo que seguirá amenazado de suspensión tras este duelo.
La excepción a la norma fue
Juan Soriano, que sí estuvo en el banquillo en el
Sevilla-Leganés de la primera vuelta. En su caso, tampoco jugó porque se quedó en el banquillo, ya que el titular es
Cuéllar.
Esta es la primera temporada en la que el
Sevilla utiliza la llamada cláusula del miedo a medias, es decir, impidiendo a sus cedidos jugar sólo en el
Sánchez-Pizjuán. Estas cláusulas como tales están prohibidas, pero lo que suelen hacer los clubes es incluir una cantidad compensatoria y disuasoria para estos partidos que en la práctica actúa como prohibición.
En el caso del
Sevilla esta campaña
Sergio Reguilón no ha tenido cláusula del miedo y ha podido jugar tanto en casa como fuera contra el
Real Madrid.
Garitano no podrá contar tampoco con
Rodrigo Ely, que cumple ciclo de amonestaciones.