Sevilla F.C. 2-2 Espanyol: Devorado por un manojo de nervios

Sevilla F.C. 2-2 Espanyol: Devorado por un manojo de nervios
El Sevilla sólo pudo rescatar un punto insuficiente. - Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 7 min lectura
Diez de 27 puntos posibles y, lo que es peor, la sensación de que todo lo bueno que hacía este Sevilla de Lopetegui se ha esfumado, mostrando la misma impericia ofensiva que ya preocupaba y que ahora se ve agravada por la falta de sobriedad y contundencia atrás. Ya no es ese equipo serio y fiable que se llevó muchos y merecidos elogios. Se ha caído, se ha despeñado, y el foco apunta directamente a Lopetegui. Así no sólo peligra la Champions, también la Europa League, y después de cuatro partidos sin vencer en un tramo decisivo del curso, incluido el varapalo copero y en medio de un teórico llano del calendario, al vasco se le va poniendo cada día más cara de Machín.

Lopetegui ha intentado darle una vuelta de tuerca al ataque, con un esquema más cercano al 4-2-3-1, con el Mudo de enganche, con un punta diferente (En-Nesyri), con Suso en la diestra y con Ocampos cambiado de banda. Pero su equipo sigue atacando de forma previsible.

Todo se reducía a las efusivas apariciones del argentino, que protagonizaba todo el juego ofensivo sevillista desde que en el minuto 4 cayese en el área ante Wu Lei, que le puso la mano en el pecho, reclamando un penalti cuanto menos dudoso. Pero ahí el VAR no dijo ni pío.

Cuatro minutos después, ahora entrando por el costado diestro, el ex del Marsella reclamaba otra pena máxima ante Cabrera, esta mucho menos sancionable, provocando un córner que él mismo remató fuera por poco en fuera de juego.

Estaba entonado Ocampos y al cuarto de hora encontró el premio, cabeceando un gran pase de Suso para poner pronto al Sevilla por delante. Un gol que debía dar tranquilidad al juego sevillista y relajar el enrarecido ambiente que rodeaba al choque. Pero nada más lejos de la realidad. Otro buen servicio de Suso que en En-Nesyri remató sin ángulo ante Diego López, en el 20', fue lo último que hicieron los de Lopetegui en ataque hasta el descanso.

El Espanyol, por su parte, respondió al gol con personalidad, sin aflojar en la efectiva presión adelantada que desde el arranque creaba problemas en la salida de un Sevilla atascado, con un Banega desaparecido que no pedía el balón para conectar con los de arriba.

Sin ese nexo, los centrales eran los encargado de intentar sacar (mal) el balón y en una de esas, los pericos, que ya habían avisado con un cabezazo flojo de Wu Lei o un centro de éste al que no llegó Embarba, robaban un esférico que le llegaba a Calleri en posición franca en la frontal del área, siendo derribado por Sergio Gómez. Llegaba la jugada clave. González González, desde la sala VOR, instaba a Cordero Vega a revisar la acción en el monitor y éste desquiciaba a todos al enseñar amarilla al central sevillista y señalar falta, algo que en teoría no aparece en el protocolo del VAR dado a conocer hasta ahora. Concedía así el cántabro una buena ocasión al Espanyol y Embarba la aprovechaba con un chut raso que se colaba por debajo de la barrera.

Ya no se jugó nada más de ahí al descanso, con un Sevilla desquiciado y preso de sus nervios, que se acrecentaron nada más salir de la caseta, con el segundo tanto visitante. Esta vez no falló el árbitro. Además de atacar mal, el equipo de Lopetegui ha perdido su solidez defensiva y así quedó patente en un balón largo de Diego López. Calleri lo peinó al superar en el salto a Diego Carlos y Wu Lei le ganaba con facilidad la partida a Reguilón y a Sergi Gómez para plantarse ante Vaclik y fusilarlo.

Y pudo ser peor, porque diez minutos después, sin que hubiese habido mientras tanto noticias de un Sevilla sin ideas, el meta checo salvaba el tercero al despejar una falta lateral botada por Embarba.

Lopetegui intentó tocar todas las teclas posibles y varió su sistema para jugar primero con tres atrás y luego con un 4-4-2. Pero el problema va más allá de dibujos o nombres. La pérdida de confianza es más que preocupante y ni apelando al 'nunca se rinde' pudieron los de Nervión arreglar el desastre, porque el punto rescatado para nada saca de la crisis al equipo.

No hubo asedio hasta que el Espanyol se quedó con diez, al ver la segunda amarilla Víctor Sánchez, con 20 minutos por delante. El doble de tiempo del que necesitó el Celta para remontarle al propio Sevilla el domingo anterior. Fue entonces cuando los nervionenses apretaron, precipitándose en muchos disparos lejanos, si bien sólo Suso acertó con un gran chut raso desde la frontal. El empate levantó a la 'Bombonera' y Navas rozó el 3-2 con un disparo al que respondió Diego López con un paradón, pero no hubo milagro. Pitos y Lopetegui, más tocado.

Sevilla F.C.: Vaclík; Jesús Navas, Sergi Gómez, Diego Carlos, Reguilón (Gudelj 54'); Fernando, Franco Vázquez (Nolito 46'); Suso, Éver Banega (De Jong 65'), Ocampos; y En-Nesyri.
 
Espanyol: Diego López; Javi López, Bernardo, Cabrera, Pedrosa; Embarba (Calero 74'), Marc Roca, Víctor Sánchez, Darder; Calleri (Ferreyra 81') y Wu Lei (Víctor Gómez 71')
 
Goles: 1-0 (15') Ocampos; 1-1 (35') Embarba; 1-2 (50') Wu Lei; 2-2 (80') Suso.
 
Árbitro: Cordero Vega (Comité Cántabro). Expulsó por dos amarillas al espanyolista Víctor Sánchez, que las vio en los minutos 49 y 69, y con roja directa al médico visitante en el minuto 93. Además, amonestó a los locales Sergi Gómez, Lopetegui y Gudelj y a los visitantes Wu Lei y Marc Roca.
 
Incidencias: Partido de la vigésima cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 35.661 espectadores. 
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