Gudelj y el sueño cumplido de jugar en el Sevilla

Sergi Gómez continúa con las entrevistas dominicales a sus compañeros y esta vez el invitado ha sido Nemanja Gudelj, quien ha reconocido que siempre quiso llegar a jugar en el Sevilla y que "después de venir aquí puedo confirmar todas las cosas que oía de Sevilla".
El jugador reconoce que echa de menos entrenar "aunque sea a un metro o con un jugador solo" y la relación con sus compañeros, como jugar al ping-pong: Gano siempre a Reguilón. Jules (Koundé) es muy malo. De Diego Carlos no hablo en el ping-pong. Es brasileño, pero juega como un chino. Su revés es muy extraño".
Gudelj habló sobre su trayectoria alrededor del mundo, lo que le ha permitido aprender seis idiomas. "He vivido en muchos países. Nací en Serbia pero viví poco allí. Cuando tenía dos años mi padre vino a España. Estuve 3-4 años en España y aprendí el español. Después fuimos a Holanda pero veníamos de vacaciones a Torrevieja. Se me quedó el idioma. En casa hablamos serbio. El holandés porque estuve 20 años allí. El alemán lo aprendí en la escuela, muy parecido al holandés. El portugués lo aprendí en poco tiempo jugando en el Sporting porque es parecido al español. Y también hablo inglés", expresó.
Sobre su experiencia en China, afirmó que lo hizo porque "quería algo nuevo" y que a la oferta era "muy difícil decir que no". "En mis últimos dos meses en el Ajax no estuve bien con el entrenador y decidí irme. Sin arrepentirme en nada lo que hice. Antes de irme no sabía nada. La gente es muy amable. Nadie se mete en el trabajo de otros, una vida muy relajada. Y encima con una disciplina que no he visto en mi vida. Se hace lo que se manda sin preguntar".
Además, desveló que es vegano, y que se siente mejor y con más energía cuando entrena: "Llevo seis años más o menos. El día del partido, por ejemplo, como un poco menos de lo normal y yo mismo me voy cuidando. Cada uno tiene que encontrar su propia dieta para el cuerpo. Para desayunar no me sienta bien comer algo grande, duro. Me tomo unos zumos pequeños, cinco o seis. El último es de frutas para quitarme el mal sabor de los otros. Los tomo sin respirar. Me siento bien y tengo más energía cuando entreno".
El jugador reconoce que echa de menos entrenar "aunque sea a un metro o con un jugador solo" y la relación con sus compañeros, como jugar al ping-pong: Gano siempre a Reguilón. Jules (Koundé) es muy malo. De Diego Carlos no hablo en el ping-pong. Es brasileño, pero juega como un chino. Su revés es muy extraño".
Gudelj habló sobre su trayectoria alrededor del mundo, lo que le ha permitido aprender seis idiomas. "He vivido en muchos países. Nací en Serbia pero viví poco allí. Cuando tenía dos años mi padre vino a España. Estuve 3-4 años en España y aprendí el español. Después fuimos a Holanda pero veníamos de vacaciones a Torrevieja. Se me quedó el idioma. En casa hablamos serbio. El holandés porque estuve 20 años allí. El alemán lo aprendí en la escuela, muy parecido al holandés. El portugués lo aprendí en poco tiempo jugando en el Sporting porque es parecido al español. Y también hablo inglés", expresó.
Sobre su experiencia en China, afirmó que lo hizo porque "quería algo nuevo" y que a la oferta era "muy difícil decir que no". "En mis últimos dos meses en el Ajax no estuve bien con el entrenador y decidí irme. Sin arrepentirme en nada lo que hice. Antes de irme no sabía nada. La gente es muy amable. Nadie se mete en el trabajo de otros, una vida muy relajada. Y encima con una disciplina que no he visto en mi vida. Se hace lo que se manda sin preguntar".
Además, desveló que es vegano, y que se siente mejor y con más energía cuando entrena: "Llevo seis años más o menos. El día del partido, por ejemplo, como un poco menos de lo normal y yo mismo me voy cuidando. Cada uno tiene que encontrar su propia dieta para el cuerpo. Para desayunar no me sienta bien comer algo grande, duro. Me tomo unos zumos pequeños, cinco o seis. El último es de frutas para quitarme el mal sabor de los otros. Los tomo sin respirar. Me siento bien y tengo más energía cuando entreno".