Sevilla FC-Eibar: Ocampos es de Champions (1-0)

Sevilla FC-Eibar: Ocampos es de Champions (1-0)
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 9 min lectura
Ocampos costó 15 millones. Sólo 15. Una cantidad que ahora se antoja irrisoria por un futbolista tan determinante que nuevamente brindó la victoria con un gol suyo y encima salvó al equipo en el epílogo con una parada que habría firmado el mismo Vaclik. El argentino se plantó los guantes en la última acción y repelió un remate a bocajarro del otro meta, Dmitrovic, para certificar su presencia entre los mejores fichajes realizados por Monchi, privilegio nada baladí ante la inmensa colección de aciertos del isleño. A Ocampos lo acompañó un Navas incansable, profundo en el concepto más extremo de la palabra y, por supuesto, por un bloque prácticamente indestructible, compacto, comprometido, que casi nunca se descompone. El Eibar planteó un partido duro, de confrontación y, aunque no hubo brillantez, los de Lopetegui mostraron los recursos suficientes para dejar al Villarreal a seis puntos  yal Getafe a siete. Renta considerable a falta de 12.


Numerosos cambios

Como era de esperar, Lopetegui realizó numerosos cambios en el once con respecto a Butarque y desplegó una alineación con más semejanza a la de gala, con la novedad reveladora de la convergencia en el centro del campo de Banega y Óliver. Con el regreso de Fernando a la titularidad, prescidió del doble pivote mientras que atrás apostó por el relevo natural al sustituir al sancionado Koundé por Sergi Gómez en vez de retrasar la posición de Gudelj.

Además, prolongó su confianza en Escudero para la izquierda tras el respiro ante el Leganés en detrimento de Reguilón. Arriba, en el tridente, sólo repitió Ocampos, con el regreso a la titularidad de De Jong y de Munir, imprescindible en la 'nueva normalidad'.

Con estas piezas, la idea consistía en mandar con el balón y aprovechar la materia prima en la sala de máquinas para superar la esperada previsible presión y asfixia en la salida de un Eibar muy armado en el centro del campo y con las líneas muy adelantadas, lo que en el arranque propició pérdidas en la circulación y presencia del rival en los aledaños de Vaclik. Óliver y Banega se alternaban para iniciar las jugadas y el extremeño trataba de desahogar el juego con pases largos con dirección a las carreras de Navas.

Al Sevilla le costaba generar en corto, hallar el camino para acercarse a Dmitrovic, pero tampoco se entregó a los pelotazos e insistió en tratar de rentabilizar el talento de su centro del campo, ganando en fluidez cuando participaba Óliver Torres, pero sin continuidad. Generaba más por la derecha, sobre todo cuando le imprimía velocidad a la espalda de los armeros, como en la acción que terminó con un centro de Navas despejado a córner. 
Se juganba a lo que deseaba al Eibar, al ritmo que le convenía, por lo que el Sevilla intentó otorgar más dinamismo a su propuesta, de momento muy previsible, con escasa profundidad y problemas para rebasar la primera línea de presión.

Sin embargo, pasados los 20 minutos, el filón por la derecha creció con un Navas siempre disponible y al que Inui apenas perseguía, y que rápidamente encontraba a Ocampos. Banega hallaba más espacios pero también el Eibar para salir a la contra y generar una llegada del japonés que Sergi Gómez desvió a córner lanzándose al suelo.

Poco a poco, el Sevilla se asentó en el campo, ya con más tiempo en terreno rival y obligando a los vascos a replegarse y emplearse a fondo para cerrar el agujero en la derecha, si bien la ausencia de peligrosidad por la izquierda con Munir propiciaba que los visitantes aumentaran las coberturas en dicho flanco

Ante esta situación, Lopetegui decidió situar a Munir por la derecha y Ocampos por la izquierda, con la idea de estirar horizontalmente al Eibar y duplicar las vías de acceso a la portería vasca. Determinación fructífera, porque inmediatamente el Sevilla comenzó a percutir por el otro costado, hasta el punto de que los nervionenses gozaron de la mejor ocasión con un cabezazo de Fernando repelido milagrosamente por Dmitrovic. Acto seguido se pidió una mano de Esteban Burgos en el área que Mateu Lahoz pasó por alto y Ocampos, un penalti por derribo en el área. El propio argentino, con más derborde en la izquierda, la tuvo en la prolongación del primer tiempo, con un mano a mano con el meta que envió fuera.

Así, se alcanzó el descanso con la mejor versión nervionense durante el choque, a la que debía darle continuidad en la reanudación, para lo que en el arranque buscó una mayor vertiginosidad en su propuesta, a lo que, sin embargo, respondió el Eibar con varios saques de esquina consecutivos y su mejor oportunidad con un cabezazo de Diop que por poco no empujó Burgos a la red. Y de la respuesta armera a la réplica letal de los nervionenses con una acción de Navas que remató en el segundo palo Ocampos. 1-0.

El Eibar quiso reaccionar de inmediato y Lopetegui no tardó en mover sus piezas para atender a la nueva circunstancia del choque, con la entrada de En-Nesyri por De Jong para explotar la posibilidad de las contras y de Jordán por Óliver para reforzar el centro del campo.

Mendilibar, por su parte, arriesgó con un cambio ofensivo con el ingreso de Kike García, lo que duplicaba el peligro en los balones aéreos. Tanto cambio no alteró lo invariable, la perseverancia de Navas, de nuevo penetrando por su banda para servir un centro raso sin remate. Estas arrancadas oxigenaron a un Sevilla que, como siempre, empezaba a ceder terreno, algo inquietante contra un equipo que aprieta como pocos y que además ganaba en desborde y precisión con De Blasis y Pedro León. No obstante, ahora encontraba metros para correr, como hizo Ocampos en el 73', que a punto estuvo de conectar con Munir. Esta concesión de territorio se tradujo en una oportunidad de Kike García que sirvió de aviso.  

Además, Lopetegui se vio obligado a retocar la defensa por las molestias de Sergi Gómez, no quedándole otra que situar en el eje de la zaga a Gudelj, mientras que también recrescó la izquierda con Reguilón. El Sevilla no controlaba los tiempos y apenas salía de su zona, pero cuando lo logró lo hizo con peligro, tanto que Suso desperdició un remate a bocajarro despejado por Dmitrovic

Esta opción fallida para sentenciar no le pasó factura a los nervionenses porque en el último suspiro el remate de Kike García se estrelló en el palo, un susto tremendo que evidencia que para entrar en Champions también hay que sufrir. Y este Sevilla sabe hacerlo, hasta con Ocampos de portero en la última acción por lesión de Vaclik y realizando una parada extraordinaria, evidencia de que este Sevilla está destinado a regresar a la elite continental. 
 
 
Ficha técnica:
Sevilla F.C.: Vaclik, Jesús Navas, Diego Carlos, Sergi Gómez (Gudelj 79'), Escudero (Reguilón 80') , Fernando, Banega, Óliver Torres (Jordán 64'), Ocampos, Munir (Suso 79') y De Jong (En-Nesyri 63').

Eibar: Dmitrovic, Tejero, Burgos, Oliveira, Rafa Soares, Edu Expósito (Kike 68'), Diop (Perdro León 77'), Sergio Álvarez (Atienza 88'), Cristóforo, Inui (De Blasis 77') y Enrich (Charles 88').

Árbitro: Mateu Lahoz, valenciano. Amarillas a Sergi Gómez y Sergio Álvarez.

Goles: 1-0 (57') Ocampos.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 34 de LaLiga dispoutado en el Sánchez -Pizjuán sin público.
 
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