Nzonzi y el recuerdo de su noche de fiesta tras la humillación de la Copa

Nzonzi y el recuerdo de su  noche de fiesta tras la humillación de la Copa
Nzonzi y el recuerdo de su noche de fiesta tras la humillación de la Copa - F. M.
Fernando MateosFernando Mateos 4 min lectura
Steven Nzonzi, uno de los seis jugadores que han vestido la camiseta de Sevilla FC y Rennes, se reencontrará este miércoles con el club que posibilitó el mayor éxito de su carrera, al coronarse campeón del mundo con su selección en 2018. Además, también levantó una Europa League como jugador blanquirrojo, la de 2016 ante el Liverpool, en cuya final fue titular. Pero su paso por Nervión estuvo acompañado al mismo tiempo por episodios extradeportivos que convirtieron su traspaso a la Roma en poco menos que un alivio para los dirigentes sevillistas.

En su primera campaña, a las órdenes de Emery, le costó adaptarse, quejándose abiertamente del calor de la capital hispalense. “Se asfixiaba en los entrenamientos”, llegaron a reconocer desde el club. A ello le siguió una intoxicación alimentaria grave en una fiesta organizada por los franceses del equipo (Rami, Kakuta, Trémoulinas, Kolo, el propio Nzonzi y Gameiro), que le llevó a estar una semana ingresado. Y para colmo, tuvo que afrontar un juicio por presuntos malos tratos a su pareja, de su etapa en el Stoke City, aunque finalmente fue absuelto.

Pese a todo, y pese a ser expulsado en su debut como sevillista en Málaga, acabó siendo importante para Emery. Y más aún para Sampaoli en la 16/17, si bien su error en el lanzamiento de un penalti ante el Leicester, en la vuelta de los octavos de la Champions, supuso el principio del fin de su etapa en Nervión.

Al curso siguiente, fue expedientado por el club después de que fuese sustituido por Berizzo y se marchase enfadado del campo antes de que acabara el partido ante el Liverpool en el Sánchez-Pizjuán, también en Champions. Pero la gota que colmó el vaso llegó tras la final de Copa de 2018 ante el Barça, que vapuleó a los nervionenses con un rotundo 5-0. Tras ello, además de irse al vestuario tras el pitido final, sin saludar a los aficionados, Nzonzi se fue de fiesta por Madrid y fue cazado por aficionados que colgaron sus fotos en las redes sociales.

El francés no tuvo más remedio que pedir perdón y el club aninció medidas internas, pero ni mucho menos se arrepintió de su actuación. "No estábamos contentos con lo que hemos hecho, pero hay días que para los jugadores es muy difíciles mentalmente. Hay que entender que tenemos una vida, que es difícil siempre estar muy concentrado y pensar solo en el fútbol", explicó, insistiendo en que salió de fiesta "porque estaba mi familia y mis amigos" y "porque vivo solo, siempre estoy solo en casa, voy del entrenamiento a casa" y que "lo más importante es la salud".

Por todo ello, cuando Monchi, quien ya lo fichó para el Sevilla FC, se lo llevó ese mismo año a la Roma por unos 27 millones de euros, en Nervión respiraron aliviados. Este miércoles volverá rehabilitado, convertido en un pilar del Rennes, después de que mediada la pasada campaña el Galatasaray lo apartase del equipo por mal comportamiento en un entrenamiento y acordara cortar su cesión con la Roma. Quizás vuelva con ganas de ajustar cuentas...
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