"Nunca había visto jugar en vivo, de cerca, a Éver y fue
uno de los que más me sorprendió. El Mudo también es muy técnico.
Hay jugadores increíbles, pero como Banega...". "Siempre le había visto muy metido, con muchas ganas de despedirse bien de un club como el Sevilla FC al que le dio tanto y al que él también
ha dado mucho". "Con él
siempre es todo más fácil, sin duda es uno de los
jugadores de más talento con los que he podido jugar"...
Cada vez que le han preguntado a
Lucas Ocampos por su opinión sobre
Éver Banega le han faltado adjetivos para poder expresar el entusiasmo que le ha generado siempre, como compañero en Nervión y en la selección de
Argentina, y por supuesto como amigo, después de conocerse y compartir vestuario. Ahora, es el extremo el que hace una pregunta a a la afición del
Sevilla FC. Y lo hace siendo perfectamente
consciente del sentir de la hinchada y sabiendo de antemano cuál va a ser la respuesta mayoritaria.
"¿Algún sevillista le extraña?". Ésa ha sido la pregunta de Ocampos para la afición del conjunto nervionense, acompañada de una fotografía
'selfie' junto al centrocampista rosarino, con quien se ha reencontrado y pasa parte de sus vacaciones después de quedarse fuera de la convocatoria definitiva de la Albiceleste que Lionel Scaloni se ha llevado a la
Copa América y después de que haya concluido también la temporada en el fútbol saudí, donde Banega
sigue sentando cátedra del manejo de balón como estrella y capitán del Al-Shabab.
Antes de marcharse al fútbol saudí,
Banega terminó la 19/20 a un nivel superlativo, en la recta final de LaLiga y, sobre todo, en esa concentración de dos semanas en Alemania con la que la UEFA resolvió la fase final de la
Europa League de 2020, que el Sevilla FC conquistó ante el
Inter de Milan -precisamente uno de los exequipos del rosarino- elevando a seis los títulos que refuerzan su condición de club más laureado de la segunda competición continental.
Banega
se fue como se marchan los grandes. Recibiendo el cariño de todo el sevillismo y con una rueda de prensa junto a sus títulos en las que no pudo reprimir la
emoción y lágrimas por decir adiós al club en el que encontró la
estabilidad que no tuvo en su salto de Europa, donde rindió como apuntaba que podía hacer cuando salió de Boca Junior y que no pudo confirmar en el Valencia, Atlético, Newell's o el propio Inter.
Banega afirmó en su despedida que en el Sevilla FC ha
"crecido como futbolista, pero sobre todo como persona", y que
"valió la pena" cada uno de los "238 partidos jugados con esta camiseta" porque lo hizo "defendiendo al
club más importante" de su vida, con el que ganó tres trofeos de la Europa League (2015, 2016 y 2020) en sus cinco campañas, desde la 14/15 hasta la 19/20, con el único paréntesis de su paso por el Inter de Milán (16/17).
Tras irse, llegó otro ídolo de Nervión como es
Ivan Rakitic, pero su
mal inicio de temporada (acabó a buen nivel) no hizo más que
aumentar la añoranza con respecto al argentino. Incluso
Julen Lopetegui reconoció que le costó armar un centro del campo sin el actual jugador del Al-Shabab, que tenía un papel esencial y se complementaba a la perfección con Fernando y Joan Jordán.
Por todo ello hacía la pregunta Ocampos. Sabe que todo el sevillismo echa mucho de menos a un futbolista distinto a todos los demás.
Único, distintivo y determinante. Por eso, porque es
su "amigo" -como recordó con corazones en el mismo post- y porque es evidente que
Banega también extraña el Sánchez-Pizjuán. Su casa.