Acuña, en el punto de mira

Acuña, en el punto de mira
- Rafa Devós
Rafa DevósRafa Devós3 min lectura
El triunfo del Sevilla en el derbi sevillano se fomentó en un juego coral del que se enorgulleció Julen Lopetegui. Fue un partido en el que su plan rozó la perfección y la expulsión de Guido Rodríguez hizo el resto, pues le permitió al conjunto sevillista, primero, tocar y tocar hasta cansar al rival, y, segundo, adelantar líneas e instalar a sus hombres de banda en el campo contrario.

Fue un encuentro que Jordán dominó a la perfección, en el que Rakitic, Ocampos y Lamela ayudaron y desequilibraron con su movilidad desde su posición de interiores, en el que Montiel se consagró en LaLiga, Acuña se convirtió en el héroe, en el que Fernando dio otro recital en ataque y en defensa... Muchos jugadores destacados como para elegir sólo uno.

Por algo Julen Lopetegui se negó a hacerlo y quiso destacar el ejemplo coral que les había permitido "minimizar a un gran equipo". "Hemos hecho un partido muy completo y hemos conseguido que parezca que el Betis ha estado mal", afirmó.

Pero si él no quiere destacar a ninguno de sus pupilos, los aficionados sevillistas sí tienen claro que gran parte de la victoria se la deben a un futbolista o, al menos, que éste fue el mejor del choque. En este caso se trata del autor del primer gol, un Acuña que logró clavar el balón en la escuadra para abrir la lata y que ya minutos antes había disparado con peligro sobre la portería de Bravo. Así lo aseguran en la #EncuestaHelvetia, en la que más de la mitad de los aficionados encuestados creen que el lateral argentino fue el mejor.



El ex del Sporting luso no sólo fue partícipe del primer gol sino que significó una amenaza constante para la defensa verdiblanca, que tuvo que hacer coberturas para poder parar al dúo que formaban Acuña y Ocampos por banda izquierda, algo que luego imitarían sus compatriotas Lamela y Montiel en la otra banda.

El partidazo de Jordán, que se erigió en el motor del juego del Sevilla también es reconocido, por encima de un Ocampos que cada día se parece más al que llegó hace dos años y de un Fernando que se bastó para controlar el centro del campo y ayudar a la defensa a no pasar excesivos problemas. Tan poco exigidos estuvieron, sobre todo en la segunda mitad, que Koundé y Diego Carlos pasaron inadvertidos y Acuña y Montiel jugaron más de extremos que de defensas.
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