Xavi ha entrado en el Barça como dice el refrán, como un elefante en una cacharrería. Y amenaza con desmontar todo lo que había hasta ahora. Ha instaurado un código interno más severo, ha ampliado las horas de trabajo y convivencia y pretende cambiar muchos de los hábitos que se habían adquirido en los últimos años.
También se ha centrado en las personas que le acompañarán. Hasta cinco empleados del cuerpo técnico del primer equipo ya han dejado sus puestos y han sido sustituidos, principalmente, por los entrenadores y fisios que Xavi se ha traído de Qatar. Especial atención ha puesto a un departamento de fisioterapéutas debido a las múltiples lesiones que se han producido en estos primeros meses de competición. El máximo responsable de fisioterapia del primer equipo, Juanjo Brau, y del preparador físico, Albert Roca, tuvieron que dejar el cargo antes incluso de que Xavi fuera presentado.
Y el siguiente paso será la plantilla con Luuk de Jong, Martin Braithwaite, Umtiti, Lenglet y Coutinho en el punto de mira para enero. El peor parado de todo esto es el holandés cedido por el Sevilla FC. El futbolista ya estaba sentenciado por la cúpula directiva antes incluso de que Koeman dejara el banquillo. El técnico holandés era su valedor, pero el público ya dejó claro en los pocos minutos que jugó en el Clásico que no quería verlo más en el Camp Nou.
El Barça quiere un '9' como prioridad en el mercado invernal y para ese puesto suenan ya nombres como el uruguayo Cavani o el británico Sterling. Y espera poder desprenderse de De Jong, con el que tiene contrato hasta final de temporada.
Su idea es, según aseguran desde Barcelona, devolverlo al Sevilla, con el que aún le quedaría otro año de contrato, pero el club de Nervión lo cedió para quitarse de enmedio su ficha y difícilmente va a aceptar hacerse cargo de ella en lo que resta de campaña.
Ahí quedan dos opciones. O que regrese al Sevilla FC y el Barça asuma a pagar lo que se comprometió. Así al menos se quita de encima a un jugador que no quiere. O le encuentra un equipo que sí quiera asumir el millón que habría que pagar por la mitad de la temporada que aún quedaría entonces.
El problema, lógicamente, está en el dinero, ya que el Barça quiere aliviar su situación en lo posible dados los problemas económicos que arrastra y ampliar su límite para poder hacer fichajes en el mercado invernal. De Jong se ha convertido en un dilema de difícil solución.
Rafa Devós3 min lectura