La elegancia de Lopetegui para no caer en la fácil tentación de devolverle el golpe a Rubiales

El entrenador del Sevilla FC, a quien el presidente de la RFEF despidió de manera fulminante a dos días de empezar el Mundial de 2018, opinó con prudencia sobre el lío de la Supercopa y los audios con Piqué

La elegancia de Lopetegui para no caer en la fácil tentación de devolverle el golpe a Rubiales
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura
A Luis Rubiales, presidente de la RFEF, no le tembló el pulso a la hora de dejar a Julen Lopetegui sin su sueño de vivir un Mundial cuando en el verano de 2018 se enteró de que el entrenador vasco ya tenía cerrado un acuerdo con el Real Madrid cuando terminase la cita de Rusia con la selección española. Le cesó de manera fulminante, a 48 horas del debut de España y le dejó sin sueño. Sus lágrimas en su presentación en el Santiago Bernabéu evidenciaban lo mal que lo había pasado -luego Florentino Pérez no le daría mucho mejor trato-.

A pesar de ello, y de que Rubiales le condenó a vivir los días más duros de su carrera deportiva, Lopetegui ha demostrado este miércoles que no es rencoroso o que, si le queda algún resquemor, sin duda lo disimula más que bien. Cualquiera en su lugar habría aprovechado las preguntas de los periodistas sobre las millonarias comisiones que se embolsaron el presidente de la RFEF y el central del Barça Gerard Piqué por llevarse la Supercopa de España a Arabia Saudí y las dudas que genera sobre la limpieza y honestidad de los organismos federativos. Lopetegui fue prudente.

"Mi opinión es que hasta que se escuche a todo el mundo y hablen todos los actores de este... (se tomo un tiempo para encontrar el adjetivo) problema... que comentas", respondió sobre la primera pregunta en este asunto que explicaría algunos de los arbitrajes recibidos por el Sevilla FC en lo que va de curso, ya que es una evidencia, viendo los contratos firmados por Piqué y Rubiales, que los interesados ganan mucho menos dinero si el equipo nervionenense acaba segundo en LaLiga que si lo hace el Barça, toda vez que, vía Copa del Rey, Betis y Valencia le cierran el paso a los azulgranas hasta la Supercopa.

"Creo que todos los gestores deben ser responsables y éticos, que deben comportarse acorde al cargo que ostentan; pero no tendré una opinión definida hasta que no tenga más información sobre todo lo ocurrido. Mientras tanto, toda mi atención y energía están en el Levante, aunque entiendo que esto es de rabiosa actualidad", añadió Lopetegui de manera elegante, saltando el charco y evitando la tentación de devolverle el golpe a Rubiales, quien casi a la misma hora se defendía de las acusaciones haciéndose el ofendido y declarándose como una víctima de todo esto.

Una de las preguntas en las que el presidente de la RFEF se ha sentido más molesto ha sido cuando se le ha preguntado sobre la diferencia entre lo de Lopetegui, que le costó el despido, y su negociación con los saudíes y la empresa de Piqué de por medio. "Pero si el comité ético es favorable a su acuerdo. ¿Has llegado ahora? Me acusan mintiendo", empezaba diciendo el presidente, a quien no le tembló el pulso para colocar a Fernando Hierro y cuyo resultado en el Mundial fue nefasto.
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