El Cachorro obra un 'milagro' en Roma
La italiana Jasmine Paolini ha dejado el título en casa cuarenta años después. Y, además, se ha convertido en la primera italiana capaz de levantar dos Masters 1000


Al mismo tiempo que el Santísimo Cristo de la Expiración, más conocido por todos sus devotos sevillanos como 'El Cachorro', procesionaba por las calles de Roma con motivo del Jubileo de las Cofradías, Jasmine Paolini se proclamaba campeona del WTA Masters 1000 celebrado en la capital italiana.
Un hecho que podría ser fruto de la casualidad, pero para otros entendido como un milagro deportivo propiciado con la salida de la obra del imaginero utrerano Francisco Antonio Ruiz Gijón. Y es que hacía 40 años que una italiana no dejaba el título en casa. Desde la Era Open, solo Raffaella Reggi en 1985 había conseguido dicho galardón.
Y por si esto fuera poco, Jasmine Paolini se ha convertido en la primera mujer italiana en levantar dos torneos de WTA 1000, desempatando con Camila Giorgi y la propia Flavia Pennetta.
Tras batir en la final a la estadounidense Coco Gauff (6-4 y 6-2), se mostró sorprendida por dicho logro: "Hace dos o tres años no me habría esperado estos resultados de ahora. El resto de tenistas me parecían muy lejanas a mí. Estoy escribiendo mi historia, me estoy divirtiendo mucho y espero seguir a este nivel el máximo posible. Estoy disfrutando del momento".
Y es que en el último año y medio, Paolini ha sido campeona olímpica de dobles, finalista de Roland Garros y de Wimbledon, ganadora del WTA 1000 de Dubai y ahora del de Roma. Su explosión ha llegado con 29 años, pero es una de las sensaciones del circuito.
Entrenada desde hace un mes por el español Marc López, acabó con una sequía de 40 años sin victorias italianas en el cuadro femenino de este torneo, que se prolongaba desde que lo ganó Raffaella Reggi en 1985.
"Cada vez que salto en pista intento hacerlo con alegría, con pasión. Con algo de calma también. Peor es importante que me divierta, no quiero cargarme de expectativas. He hecho de mi pasión un trabajo. No sé si tengo 'algo más' que el resto", apuntó.
Para batir a Gauff, número tres del mundo, tuvo que hacer uno de los mejores partidos de su carrera: "Estaba tranquila. Con un poco de tensión, pero contenta por el partido que iba a jugar. El objetivo era dar el máximo, tener es mezcla de tensión y tranquilidad. Lo he conseguido. Ha sido mi mejor partido de la semana. Y seguramente una de los mejores partidos que he jugado".
Pese a su último éxito, a las puertas de Roland Garros, prefiere mantenerse cauta: "No creo que sea la favorita. Voy allí con la intención de jugar más de un partido. Luego veremos".