Carlos Alcaraz depende de sí mismo en París

Carlos Alcaraz tiene un objetivo este 2025, volver a ganar Roland Garros. Tras triunfar el año pasado y lograr el que se puede considerar el mayor triunfo de su carrera, y el cuarto Grand Slam que decora su palmarés. Pero el hecho de levantar la Copa de los Mosqueteros, la misma que tantas veces consiguió su ídolo, Rafa Nadal, es especial. Pero más especial sería volverlo a conseguir este curso. No va a ser nada fácil, pero llega en un gran estado de forma tras conquistar el Masters 1000 de Roma y aspira a todo. Además, hay algo que tiene claro, que la victoria está en su mano.

Después de poner la bandera murciana en la cima del Foro Itálico por primera vez, el de El Palmar reconoce que se está encontrando "cómodo" y contento con el nivel que está alcanzando, aunque más allá de los resultados, la gran mejora de sensaciones. Para ganar, le falta aún ser más regular, pues muchas veces se va de los duelos por sí mismo y eso le penaliza. "Es verdad que la mayor parte de los partidos sí siento que dependen de mi, de si encuentro el buen camino, la buena dirección, si soy capaz de disfrutar".

Una rivalidad "bonita"...pero muy dura

No se puede hablar del estado de forma de Carlos, ni seguramente de su carrera, sin mencionar a Jannik Sinner. El de Sán Cándido es su gran rival generacional y ahora tras su vuelta después de la sanción ya le vimos al máximo nivel en Roma. Es innegable que el español sube su nivel cuando el que está enfrente es el número 1 del mundo y está seguro de que si se cruzan en la gran final en el Bosque de Bolonia, será otra historia, así como que todo va a ir por rachas entre ellos. "Sé que no voy a ganarle todos los partidos y hay que estar preparados para aceptarlo. Cada duelo contra él es una batalla mental, táctica y física de máximo nivel".

La realidad detrás de su documental

En este día de prensa de Roland Garros a Carlitos le han vuelto a preguntar por un tema que lleva semanas rodeándole, el de su documental. Las múltiples teorías que han salido respecto a su profesionalidad le han puesto de nuevo en el ojo del huracán, y ha querido dejar las cosas claras, porque más allá de que siga siendo muy joven y le guste disfrutar, su vida es el tenis y quiere seguir ganando. "Me gusta salir de fiesta, como a todo chico de 21 o 22 años. Pero pongo primero el tema del tenis, soy un profesional". Y como un profesional que es lleva ya unos días entrenando a tope en parís, con muy buenas sensaciones antes de su debut del lunes contra Kei Nishikori.