Jannik Sinner se saca la espina del US Open

Un león herido es muy peligroso y aunque eso no tenga mucho que ver con el deporte, en el caso de Jannik Sinner es perfectamente extrapolable. El italiano perdió hace unas semanas en Nueva York la final del US Open, donde además se dejó el número 1, pues el triunfo de Carlos Alcaraz tuvo ese premio doble. Tras ese traspiés y teniendo en cuenta que su Italia ya está en la final de la Copa Davis como actual campeona, tenía tiempo para descansar y rehacer las ideas antes de la gira asiática. En ella comienza su persecución en el ATP 500 de Pekín, donde el año pasado perdió la final, precisamente contra el murciano, pero ahora no lo tendrá como rival, pues el español está en Tokio.

En un torneo plagado de grandes jugadores pese a su categoría, el gran favorito es sin duda alguna el de San Cándido. De cara a su estreno tenía un partido que podía ser complicado frente a un veterano en horas bajas como Marin Cilic, pero nada más lejos de la realidad. Y es que Sinner ha sido muy superior desde la primera bola, hasta imponerse con claridad por un doble 6-2 en apenas una hora y 21 minutos.

En todo momento el italiano exhibió agresividad constante, dominando los intercambios y sobre todo, siendo un absoluto cañón con el saque. No solo por la potencia que normalmente exhibe, si no también por la efectividad de los primeros saques, algo que muchas veces le cuesta más. No obstante, Cilic, respaldado por parte del público, amagó con alargar los juegos finales, pero se topó con un rival intratable que ya espera en octavos al francés Terence Atmane, verdugo del invitado chino Zhizhen Zhang por 6-4 y 6-2.

Sorpresa de inicio

La gran sorpresa de esta jornada inicial en la capital del gigante asiático ha llegado de manos de Alexandre Muller, quien logró remontar a Karen Khachanov, número 10 del ranking ATP y 5º cabeza de serie por 4-6, 7-6 y 6-4 en dos horas y 48 minutos. El ruso dejó escapar un ‘tie break’ que resultó decisivo en el segundo set, y en el tercero y definitivo, un break le sirvió a Muller para ganarse un cruce en octavos frente al húngaro Fabian Marozsan, quien había superado antes al francés Benjamin Bonzi por 7-6 y 6-3. Esto va a hacer que en los cuartos de final se plante alguien con quien nadie contaba.